El rechazo al mega DNU de Javier Milei entró en un compás de espera. El clima en el Senado cambió luego de la convocatoria del Presidente a los gobernadores y lo que el viernes era algo seguro --el rechazo de casi dos tercios de los senadores al DNU desregulador-- se transformó, por estas horas, en una oda a la cautela y la moderación. Los gobernadores quieren esperar a ver si la mesa de negociación con el Ejecutivo es real y provechosa, y piden aguardar a la cumbre del viernes. En el mientras tanto, La Libertad Avanza celebra y refuerza su estrategia de dilación: este jueves a las 14 habrá una nueva reunión de la Bicameral de Tratamiento de DNU que pretendía ser de carácter informativo. No se espera, sin embargo, que ni uno solo de los funcionarios nacionales citados muestre la cara por la comisión. Otra vez, frente a un escenario hostil, lo máximo a lo que puede aspirar Victoria Villarruel es a ganar un poco más de tiempo.
La convocatoria extorsiva disfrazada de "Pacto de 25 de mayo" dejó a toda la oposición recalculando. Varios gobernadores desconfiaban, sí, de la mano que les tendía Milei y comenzaron a plantear sus reparos, pero no por ello dejaron de pedirle a sus legisladores que se muevan con cautela. Varios, como Alberto Weretilneck (Río Negro), Claudio Vidal (Santa Cruz), Rolando Figueroa (Neuquén) o Hugo Passalacqua (Misiones), se preparaban para dar el zarpazo final la semana que viene y enviar a sus senadores a votar en contra del DNU. Habían firmado la convocatoria a una sesión para tratar el tema, junto a Alejandra Vigo (cordobesa schiarettista) y Pablo Blanco (UCR), y ya habían llegado a un acuerdo con Villarruel para convocarla entre el 7 y el 14 de marzo. Pero el discurso de la Asamblea Legislativa cambió el clima de furia y resentimiento que predominaba en el Senado y, ahora, están a la espera de una señal que les confirme si Milei se propone realmente a sentarse a negociar con las provincias.
La cumbre con los gobernadores, sin embargo, solo logró darle algo de oxígeno a Villarruel. El número por el rechazo sigue ahí: 33 de UxP, el entrerriano Edgardo Kueider, la rionegrina Mónica Silva, el correntino "Camau" Espínola, el santacruceño José María Carambia, la neuquina Lucila Crexell y al menos cinco senadores radicales. Pero están a la espera. "Hubo deserciones, están todos mirando alrededor a ver qué pasa. Había un sector que estaba desesperado por llegar a un acuerdo, como el PRO y la UCR, y ahora el número no está tan firme. Pero después dependerá de que cómo se dan las conversaciones", aseguró, escéptico, un dirigente patagónico.
Hay una mayoría consolidada que interpreta que el DNU es inconstitucional. Para diferenciarse del kirchnerismo --obsesión de la oposición amigable--, el radicalismo (y algún que otro sector del peronismo federal y el PRO) insiste en que el problema es de forma, y no de contenido. Insisten en tratar varias de las propuestas del mega decreto --como la reforma laboral, que disminuye las indemnizaciones por despido y limita la posibilidad de huelga, o la derogación de la Ley de Alquileres y la de Tierras-- como proyectos de ley, buscando evitar así la encerrona del rechazo absoluto. Para este sector, el cese al fuego de Milei con los gobernadores también fue un alivio.
Ganar tiempo
Mientras que la incertidumbre por el desenlace de las negociaciones con los gobernadores brindan oxígeno a La Libertad Avanza, el mecanismo dilatorio de la Bicameral de Trámite Legislativo continúa viento en popa. La comisión presidida por el riojano Juan Carlos Pagotto se volverá a reunir el jueves con el objetivo de comenzar el tratamiento del DNU 70/2023, ya que las dos reuniones previas habían sido meras formalidades para definir autoridades y un cronograma de trabajo. El objetivo es ir lento y aplazar los tiempos del debate: una estrategia a la que también se suma el PRO y la UCR.
Un ejemplo de esta estrategia dilatoria fue la nota que envió Hernán Lombardi para que se traten todos los DNU pendientes de manera cronológica. "Es absolutamente irregular que se acumulen más de 100 DNU sin resolución y sin tratamiento en el Congreso. Debemos reorganizar el funcionamiento institucional que el kirchnerismo dejó abandonado", se quejó el diputado del PRO que oficia de alfil libertario. El mecanismo es claro: dilatar el tratamiento del mega DNU y distraer con un debate extemporáneo sobre los decretos nunca aprobados de Alberto Fernández. La nota está firmada también por Luis Juez (PRO), el salteño Juan Carlos Romero, y los radicales Víctor Zimmermann y Federico Monti.
Es una estrategia, además, para correr el eje del malestar que generará en la oposición el faltazo de las primeras líneas de funcionarios que habían sido citados para defender el DNU en la bicameral. La convocatoria había sido impulsada por el radicalismo, que había pedido la presencia de Luis Caputo y Nicolás Posse, así como de Omar Yasín (Trabajo), Fernando Vilella (Agricultura) y Mario Russo (Salud), para este jueves. Al cierre de esta edición, sin embargo, ninguno de los senadores opositores habían recibido alguna notificación de que asistirían. En LLA, mientras tanto, pateaban el tema para el jueves a la mañana, cuando se llevará a cabo una reunión de Gabinete. "Siguen con las maniobras dilatorias", afirmaron, con dureza, desde UxP, en donde sostienen que el DNU tiene que tratarse en el recinto, pero también que, si continúa el debate en la comisión, deberá invitarse a las decenas de constitucionalistas que denunciaron que el DNU era inconstitucional.