El ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, permanece en el Hospital Penitenciario Central (HPC) a la espera de los resultados definitivos de los informes médicos. Luego de eso se definirá si queda alojado en el HPC, si pasa a un pabellón especial de la misma cárcel de Ezeiza o si lo trasladan al penal de Marcos Paz.
La defensa de De Vido adelantó que pedirá que sea llevado a Marcos Paz, donde contaría con mejores condiciones ante su condición de insulinodependiente. Los abogados afirmaron que en Ezeiza, donde permanece solo en una habitación, no le permiten autoadministrarse la insulina ni puede realizar las caminatas que necesita por su condición médica. Además, afirmaron que por su enfermedad el ex funcionario tiene horarios de comida preestablecidos, que no son respetados en donde se encuentra alojado.
Esta mañana, el abogado Maximiliano Rusconi contó que su cliente "llevó insulina para 10 días" y admitió que se encuentra deprimido porque "es víctima de un conjunto de decisiones alejadas del Estado de derecho".
De Vido quedó detenido ayer, luego de que la Cámara de Diputados aprobara su desafuero. El ex funcionario se presentó en los tribunales de Comodoro Py para evitar el show mediático que intentó montar el Gobierno con la detención en su domicilio.
Hoy proseguían los estudios destinados a establecer con precisión el estado general de salud de De Vido. Una vez concluido el informe médico definitivo, se resolverá, entre hoy y mañana, dónde cumplirá la prisión preventiva dispuesta en la causa por supuestos sobreprecios en la importación de gas natural licuado (GNL), a cargo del juez federal Claudio Bonadio, y también en la causa por presunta malversación de fondos en obras de remodelación en la mina de Río Turbio, que lleva adelante el juez Luis Rodríguez.