Dos actrices, un actor, una obra, un ensayo, una pequeña revolución: la obra teatral Neva, de Guillermo Calderón, se ambienta en la Rusia de 1905. Mientras se ensaya El Jardín de los Cerezos de Antón Chejov se mezclan en la escena tres mundos en estrecha relación, de esas relaciones que nos da el teatro, extremas y necesarias. Masha y Aleko actores de la compañía asisten a Olga, viuda de Antón Chejov, en su deseo de recuperar las formas perdidas. Complicidades, traiciones, realidades y ficciones se cruzan en un juego que finalmente es excusa para contarnos, para intentar decir. (Hoy, a las 21, en el Teatro Del Rayo)
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