“Déficit cero, sí, es verdad, pero también gestión cero”. Ese es el diagnóstico que tiene buena parte de la dirigencia del PRO respecto del gobierno de Javier Milei: le reconocen el recorte (brutal) del gasto estatal, pero al mismo tiempo creen que nada funciona, nadie toma decisiones, que la administración es caótica y que Milei se desentiende de lo cotidiano: el PAMI, las jubilaciones, la salud, la educación, la seguridad, el dengue. A nada le presta atención. Con esa mirada, el PRO enfrió cualquier deseo de formar una alianza con La Libertad Avanza (LLA). Sin dudas apoyarán proyectos en el Congreso y en las reuniones con los gobernadores. No más que eso. Nada de mezclarse demasiado y tampoco de aportar figuras importantes al gobierno. A lo sumo, algún técnico. Milei les dice: “si vamos juntos a las elecciones de 2025, sacamos el 65 por ciento. Si vamos separados, yo voy a sacar el 45 por ciento, ustedes van a sacar el 20”. En el PRO piensan que falta mucho, muchísimo y que habrá que ver qué pasa con el Presidente, mucho antes de 2025.
Macri presidente
Todos los dirigentes del PRO saben que la elección de presidente del partido, antes de fin de mes, está cantada: será Mauricio Macri. En principio el sector minoritario que encabeza Horacio Rodríguez Larreta planteará su oposición, pero según dicen hay una mayoría instalada.
“Mauricio bajó un cambio --sostienen en el PRO--. Al principio creyó que iba a manejar a Milei como un subalterno, pero ahora entendió que LLA es otro partido y que hay que mantener distancia prudencial”. Patricia Bullrich será presidenta de la asamblea, algo simbólico, pero de hecho queda marginada la línea de entrar con pies y cabeza en el gobierno Milei. “Ella dice que la línea de ella ganó en las PASO, pero no termina de agarrar que salió tercera”, concluyen esos mismos dirigentes.
En la línea de marcar la distancia que mencionan en privado, Macri se despachó este miércoles con una frase casi insultante: “Milei es él, su hermana y las redes sociales. Nada más”.
Psicología elemental
“No, Milei no está loco. De ninguna manera. Hace cosas que nosotros ni nos animaríamos a hacer. No le importan los costos políticos. Nosotros quisimos despedir trabajadores de Telam y fue el fin del mundo. El pretende cerrar Telam y no le importa lo que pase, no le importan los costos. Es un hombre al que no quisieron de chico y ahora no quiere a nadie. No es como nosotros que volvemos a casa y nos dicen ‘¿Papá, por qué hiciste eso?’. El asombroso análisis psicológico está instalado entre los dirigentes del PRO.
Siguiendo ese razonamiento, miran estupefactos el déficit cero, aunque saben --y lo dicen-- que se consiguió a costa de los jubilados, de las provincias, de la clase media, de los sueldos. “No puede durar mucho, no es sostenible”, aseguran. Y a continuación se plantean otra duda: “Déficit cero, pero ¿cómo se avanza hacia el bienestar?”. En ese marco es que evalúan que la gestión, el manejo de lo cotidiano, es caótico. Los gobernadores, los intendentes del PRO son lapidarios: "Ojo que la gente en pobreza extrema se duplicó. Va a haber reacción", advierten.
Los ejemplos de gestión cero son interminables.
*Faltan designaciones decisivas en el PAMI y las firmas se demoran y demoran. Por ejemplo, una silla de ruedas tardaba con el gobierno anterior, pero ahora no hay respuesta y la espera se multiplicó por dos. Lo propio ocurre con camas ortopédicas, andadores y materiales de mucha urgencia como los stents, los audífonos y todo lo referido a ópticas. Cuando un gobernador del PRO llama por estos temas, nadie se hace cargo.
*En la ANSES pasa algo similar, con un hecho inusual: hay oficinas cerradas por falta de pago del servicio de limpieza. ANSES sacó un comunicado oficial advirtiendo de ese cierre de oficinas. A los intendentes les llegan reclamos por temas de administración todos los días.
*Desde que arrancó el gobierno no hubo una sola reunión de ministros de Salud de todo el país, nucleados en el Consejo Federal de Salud. No hay respuesta al dengue. Es otro tema caliente para gobernadores del PRO.
*Se dijo que iba a haber paritaria nacional docente, después que no, ahora se hizo efectivamente una oferta. Igual, nada se concreta.
*Incentivan detenciones en CABA, pero no hay lugar donde poner presos en el Servicio Penitenciario.
*No se firmó el pago de subsidios a las empresas de colectivos y hubo paro.
*Se arman reuniones en la Secretaría de Trabajo para conciliar paritarias, se firman actas, pero luego son desautorizadas por Luis Caputo porque, por ejemplo, cuestionan aumentos superiores al 18 por ciento.
El listado sigue hasta el infinito. “No le interesa la gestión --afirman en el PRO--. Milei se desvincula de eso. Cuando le preguntamos, nos manda a hablar con otros. Le importa el déficit cero, las redes sociales y hacerse famoso internacionalmente. No sale de ahí”.
Hablando de elecciones
En la relación entre el PRO y Milei hay una especie de patoteada: el libertario no se los dice abiertamente, pero parte de la base de que el electorado macrista ahora está con él. Milei les habla de una alianza para 2025 con el siguiente razonamiento: “Si vamos juntos, sacamos el 65 por ciento de los votos. Si vamos separados, yo saco el 45 y ustedes el 20”.
En el PRO --sin decirle a Milei-- rechazan categóricamente ese análisis. Se basan en dos cuestiones:
*Para 2025 falta un siglo, hay que ver cómo llega Milei.
*Las elecciones de medio término implican tener buenos candidatos en todas las provincias. Los candidatos de Milei, hasta ahora, perdieron en todos lados.
En este contexto la decisión por ahora es dejar correr al Presidente, sin definirle nada de nada. La mayoría de los dirigentes están muy lejos de las posiciones de Patricia Bullrich que aboga por aliarse a Milei y sumarse a su gobierno. Por ahora, la idea es apoyar en el Congreso las propuestas del gobierno y algunos de los planteos a los gobernadores. Pero no ir más allá. Ni siquiera sumarle hombres del PRO a la administración, aunque hay mal pensados que dicen que algunos dirigentes del macrismo no se quieren despegar “de las oportunidades que brinda el Estado”. Negocios, en otras palabras.
Y, finalmente, en línea con los mal pensados, también están los que consideran que el PRO y el mismo Macri deben plantarse como una alternativa para el caso de que “el gobierno o Milei colapsen”. La frase “están listos, con cuchillo y tenedor” es algo que los dirigentes desmienten en forma rotunda, pero se les nota en la cara.