Apenas unas horas después del brutal asesinato de un taxista, un colectivero fue atacado a balazos en Rosario, y se encuentra en grave estado. Es la tercera agresión contra trabajadores del transporte en los últimos días - el martes otro conductor de taxis fue asesinado en un ataque similar - por lo que UTA llamó a un paro por tiempo indeterminado en la ciudad santafesina.
De acuerdo al testimonio de los testigos, en la tarde de este jueves, un joven le hizo señas al chofer de la línea K de trolebuses, que circulaba por las inmediaciones de México y Mendoza, al oeste de la ciudad de Rosario. Cuando éste detuvo la marcha del vehículo y abrió la puerta, el chico le disparó al menos tres veces. Uno de estos balazos impactó en la cabeza de la víctima.
Luego, el atacante escapó en una moto en la que lo esperaba un cómplice. En tanto, el chofer de 39 años fue trasladado de urgencia al Hospital de Emergencias "Clemente Álvarez", donde fue ingresado en grave estado.
"Se lo reanimó y pudo salir, pero en este momento está en estado muy crítico", dijo la directora el centro médico, Andrea Becherucci, en declaraciones a La Capital. El paciente estuvo 17 minutos en paro cardiorrespiratorio. "Su estado actual es delicado", remarcó Becherucci.
Tras el ataque al conductor, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) lanzó un paro de transporte urbano e interurbano por tiempo indeterminado, que se suma a la huelga de taxistas.
Ola de ataques en Rosario
El martes de esta semana, Héctor Figueroa, de 43 años, fue asesinado a balazos cerca de la medianoche, luego de que llevara a un pasajero a la intersección de las calles Flammarión y Lamadrid. El cliente escapó con el asesino.
Los taxistas llamaron a un paro y el titular de la entidad aseguró que "se trató de un mensaje mafioso". Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que se replicó el crimen.
También cerca de las 23, pero del miércoles, Alejandro Celentano fue encontrado con un disparo en la cabeza después de llevar a dos pasajeros a la intersección de las calles Marcelo T. de Alvear y Garmendia. En esta ocasión, los clientes también escaparon.
Ambos asesinatos fueron hechos a la misma hora -con un día de diferencia-, con la misma modalidad -con una unidad pedida por WhatsApp- y con los mismos perpetradores -los pasajeros-. Además, la Policía confirmó que se usó la misma pistola para ambos crímenes, y las balas de 9mm eran de la Policía de Santa Fe.
Frente a la ola de violencia, los taxistas se manifestaron en la Gobernación de Santa Fe y pidieron justicia. Además, remarcaron que están siendo usados de "señuelos" en medio de la pelea del gobierno con los grupos narcos que operan en Rosario.