“Hace tres semanas estamos aislados por el desborde del río Bermejo y los habitantes de la zona están padeciendo situaciones críticas porque los caminos están todos cortados y necesitamos más que nada mercadería y agua”, pidió ayer Dalmiro Acosta, habitante de la comunidad wichí del paraje San Felipe, ubicado a 25 kilómetros del pueblo de Rivadavia Banda Sur, en el departamento Rivadavia.
Las lluvias sin tregua provocaron la crecida del río y, según estimó el integrante del Sistema de Alerta Temprana, Luis María de la Cruz, la situación empeorará durante el fin de semana dado que desde diversos afluentes que confluyen en este río, se incrementó el nivel de las aguas. Entre otros puntos, De la Cruz sostuvo que la población de Embarcación (municipio del departamento San Martín y ubicado a la vera del río) deberá tomar precauciones porque por el nivel quel alcanzó el curso de agua se declaró un alerta roja para esta zona, y también para las provincias del Chaco y Formosa, donde se prevén desmoronamientos que pueden afectar a las familias costeñas.
Respecto de la situación de San Felipe, indicó que como en los parajes El Destierro, La Llave o La Esperanza, entre otros, el aislamiento continuará por un tiempo más.
Por su parte, la directora de Protocolo por Emergencia del Ministerio de Desarrollo Social, Gabriela Locuratolo, explicó que los módulos alimentarios de emergencia fueron entregados en la zona entre el 23 y 26 de febrero (el 24 no se hicieron entregas debido a que las inclemencias del tiempo no permitieron el acceso aéreo a la zona).
Sin embargo, la funcionaria sostuvo que San Felipe no los recibió “porque uno o dos días antes se les había hecho entrega de los módulos focalizados”.
Locuratolo indicó que para la semana que viene se prevé volver con asistencia a Rivadavia (Banda Sur y Banda Norte), lo que se hará según la información que remitan las municipalidades respecto de los parajes que se encuentren aislados.
Mientras, entre el 23 y 26 de febrero “se entregaron 1032 módulos alimentarios”, a razón de dos por familia.
Por otro lado, anoche Marcos Vaca, de Finca El Carmen, de la jurisdicción del municipio de Pichanal (en el departamento Orán), contó a Salta/12 que familias de otros parajes ubicados a 50 kilómetros del pueblo (como Árbol Solo y Yacaré) se habían comunicado pidiendo ayuda. Sucede que el río Bermejo también las dejó aisladas e inclusó entró agua a las casas.
“El agua está sobre el camino y no se puede salir a ningún lado”, añadió Vaca. Sostuvo que pese a que se había solicitado ayuda al intendente Julio Jalit, la respuesta fue que como desde Nación no se envían fondos, no hay posibilidad de llevar ayuda a estas personas.
También el Pilcomayo
Las lluvias en la alta cuenca también provocaron un nuevo aumento del caudal del río Pilcomayo, ubicado más al norte del Bermejo.
De la Cruz informó que si bien esta crecida es menor que las de febrero, ya generó el corte de algunos caminos en la localidad de Santa Victoria Este, municipio cabecera del departamento, en el límite tripartito que Argentina comparte con Bolivia y Paraguay.
El especialista informó que uno de los parajes que quedó aislado es Monte Carmelo y adelantó que es posible que hoy se produzcan desbordes en otros parajes cercanos a la ruta provincial 54.
Asistencia a San Antonio de los Cobres
Las crecidas también afectaron a parajes puneños, en el oeste de la provincia, por lo que a través de un trabajo coordinado entre la Municipalidad de San Antonio de los Cobres y el gobierno de Salta se asistió con elementos y mercadería de primera necesidad a vecinos de diferentes parajes del municipio que fueron afectados.
La entrega de ayuda se hizo en el paraje El Palomar, donde más de 20 familias perdieron sus sembradíos, bienes, animales y caños de agua. Se entregaron colchones, módulos alimentarios, depósitos de agua segura, ropa, agua y otros elementos. También se acercó lo propio a los parajes Chorrillo, Cerro Negro, Mina Poma y Pasto Grande. En estos lugares de la Puna, las intensas lluvias, la crecida de los ríos y las inundaciones perjudicaron a sus habitantes.
El intendente Alberto Carral también brindó ayuda desde el municipio, con la entrega de cemento, caños para la instalación de agua, camas y otros insumos necesarios para afrontar la emergencia.