Con goles de Lionel Messi y Luis Suárez, Inter Miami igualó en dos ante Nashville como visitante, en la ida de los octavos de final de la Concacaf Champions Cup 2024.
El local sorprendió desde el inicio con un doblete de Jacob Shaffelburg, mientras que Messi descontó para las Garzas y Suárez estampó el empate en el tiempo adicional.
A los 3 minutos del primer tiempo, Jacob Shaffelburg marcó el tanto del dueño de casa en el primer avance en profundidad contra el área de Drake Callender. Minutos después, el astro argentino tuvo el empate mediante un zurdazo que salió pegado al palo derecho de Joe Willis.
Antes del descanso, el arquero local le impidió al capitán de la Selección argentina poner la igualdad, tras quedar mano a mano. El conjunto dirigido por Gerardo Martino dependió del rosarino para la creación de jugadas de peligro.
Al minuto del complemento, Shaffelburg marcó su segundo tanto con una tremenda definición al ángulo superior izquierdo de Callender.
Al instante, Messi se cargó el equipo al hombro con una magnífica resolución esquinada. Después, Diego Gómez convirtió para Inter Miami, pero fue anulado por posición adelantada.
En el tiempo adicional, Suárez capitalizó un centro de Sergio Busquets para estampar la igualdad con un cabezazo a la red.
Antes del gol del uruguayo, Lukas MacNaughton, futbolista del Nashville, quedó en el centro de escena luego de propinarle una patada criminal a Lionel Messi, la cual estuvo cerca de quebrarlo.
El futbolista en cuestión, se adueñó de todos los focos con su planchazo, pero también con su historia fuera del campo de juego, ya que, además de ser profesional en el deporte, también es arquitecto y modelo. MacNaughton nació en Nueva York, pero se crió en Bélgica y creció en Toronto, Canadá. Se dedicó al fútbol y estuvo a punto de jugar el Mundial 2022 para la Selección Canadiense, pero desde el último partido será conocido como el "jugador que casi quiebra a Messi".
El defensor del Nashville apuntó su pie derecho hacia la tibia izquierda del argentino, para dar inicio a una de las patadas más violentas que se recuerden sobre el rosarino. Messi se revolcó como nunca, y se paralizaron los corazones de todo el planeta viendo el encuentro.
Lo más llamativo es que MacNaughton ni siquiera vio la tarjeta amarilla y que el VAR dejó pasar la secuencia como si nada. Pero este futbolista, que no era muy popular en el fútbol, tiene una vida totalmente distinta fuera de las canchas, ya que es arquitecto y modelo.
Hijo de madre austríaca y padre canadiense, nació y vivió hasta los 7 años en Nueva York hasta que se mudó a Bruselas. En tierra belga dio origen a su pasión por el fútbol, formando parte de la escuelita de inferiores del Royale Union Rixensartoise. Aunque no le vieron condiciones suficientes como para jugar en Primera. Por eso, a los 16 años, volvió a armar las valijas y pegó la vuelta al continente americano, pero en esa oportunidad desembarcó en las tierras de su padre, puntualmente en Toronto.
Mientras construía paso a paso su carrera en el fútbol, también hizo lo propio fuera de las canchas y se recibió de arquitecto. De hecho, llegó a trabajar en esa faceta durante unos meses antes de firmar su primer contrato en Canadá. Convocado por la Selección que jugó su primer Mundial en 36 años, Lukas MacNaughton participó de los amistosos previos a la cita en Qatar pero se quedó fuera de la lista definitiva que viajó a Medio Oriente.