Las hermanas Al Otaibi han pagado un alto precio por defender los derechos de las mujeres en Arabia Saudita: una de ellas está detenida desde hace más de un año, otra tuvo que buscar refugio en el extranjero y la tercera tiene prohibido salir del reino.
Alentadas por el movimiento de apertura iniciado desde hace unos años en este reino conservador del Golfo, estas feministas sauditas militaban en las redes sociales, pero fueron rápidamente llamadas al orden por las autoridades.
La menor de las hermanas, Manahel, instructora de fitness y bloguera de 29 años, lleva detenida desde noviembre de 2022 por criticar las leyes sauditas sobre la tutela masculina y publicar fotos de ella sin abaya, la prenda tradicional que cubre todo el cuerpo.
"Rebelarse contra las costumbres"
Se le acusa de liderar una "campaña para incitar a las jóvenes sauditas a denunciar los principios religiosos y rebelarse contra las costumbres y tradiciones de la sociedad", según documentos judiciales consultados por la AFP, pero aún no ha sido juzgada.
Su hermana Foz, de 32 años, que tiene 2,5 millones de seguidores en Snapchat, se enfrenta a los mismos cargos, aunque en rebeldía. Foz eludió su arresto huyendo a Escocia, donde se le concedió asilo político.
La tercera hermana, Mariam, de 36 años, que trabajaba como vendedora, fue detenida en 2017 durante 104 días por su activismo en favor de los derechos de las mujeres. Tiene prohibido viajar y no puede trabajar, según sur hermana Foz y Amnistía Internacional.
"Cuando Arabia Saudita decidió abrirse socialmente, también decidió vengarse de todas las activistas que habían trabajado antes en el campo de los derechos de la mujer", dijo Foz a la AFP por teléfono. La AFP contactó a las autoridades sauditas, pero no respondieron a la solicitud.
"Mensajes contradictorios"
Mohamed bin Salmán, que fue nombrado príncipe heredero en 2017, lanzó un programa de reformas económicas y sociales en el reino.
Las mujeres gozan de nuevas libertades, con la abolición de la policía de la moral y la autorización de mezclarse con los hombres en los espacios públicos, entre otras medidas. Las autoridades se jactan también de una participación de las mujeres en el mercado laboral multiplicada por dos en siete años (16% en 2016 a 35% en 2023).
Pero, paralelamente, al menos 122 mujeres han sido detenidas desde 2015, entre ellas 52 que siguen recluidas, la mayoría por activismo en favor de los derechos de la mujer, según la Organización Saudita Europea para los Derechos Humanos, con sede en Berlín.
"El caso de las hermanas Otaibi revela la realidad que se esconde tras la narrativa de las reformas de los derechos de las mujeres en Arabia Saudita", estima Lina al Hathloul, del grupo de derechos ALQST.
"Tragedia familiar"
Manahel está a la espera de juicio ante el Tribunal Penal Especializado (TCE), creado en 2008 para tratar casos relacionados con el terrorismo, pero que se ha utilizado ampliamente para juzgar a disidentes políticos y activistas de derechos humanos. Irritó a las autoridades al publicar fotos suyas en Snapchat en un centro comercial sin abaya y por llamar a eliminar las leyes sobre la tutela masculina.
La joven no ha tenido ningún contacto con el mundo exterior, incluida su familia, desde noviembre del año pasado, según Amnistía Internacional. "Las autoridades destruyeron, separaron y dividieron a nuestra familia", afirma Foz. "Vivimos aterrorizadas en medio de una tragedia familiar".