"Nos plantamos políticamente para decir que igual, las calles siguen siendo nuestras", expresó Liliana Leyes, dirigente de ATE Rosario e integrante de la Asamblea Lesbotransfeminista que ayer decidió reprogramar la marcha, debido al paro del transporte urbano decidido tras la balacera a un chofer que quedó internado en grave estado. "También acompañamos la medida de fuerza", expresó la dirigente. En la mañana del 8 de marzo, la Asamblea se reunió de urgencia en forma virtual, para decidir las medidas a tomar, y con más de 100 asistentes decidió suspender la movilización de ayer a la tarde, así como definir las medidas a seguir en una asamblea que se realizará el lunes próximo, a las 18, en el Centro Cultural La Toma.
"Se reprograma la marcha por el Día Internacional y plurinacional de trabajadorxs mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersex, no binaries, afros y originarias para acompañar las medidas de fuerza definidas por los sindicatos frente a la gravísima situación que atraviesa la ciudad de Rosario", expresó el comunicado de la Asamblea, que también manifestó "profunda solidaridad con las familias de los trabajadores asesinados y de quién hoy pelea por su vida".
La asamblea de los lesbotransfeminismos rosarinos exigió "a los gobiernos nacional, provincial y municipal que reviertan la espiral de violencia en que nuestra ciudad está sumida desde hace años, con políticas serias, sin atajos, sin apelar a discursos cargados de mayor violencia". Y también aseguró "¡Hoy paramos porque nuestras vidas valen! Basta de muertes, construyamos un país donde todas las personas podamos vivir en paz, con salud, educación, trabajo, vivienda y derechos. ¡Sin vida digna no hay libertad!".
La decisión fue anunciada en una conferencia de prensa que se realizó al mediodía, en el Centro Cultural La Toma. Al mismo tiempo, desde la CTA Autónoma Regional Rosario, las dirigentes advirtieron que "la agitación de la violencia desde los propios gobiernos, nunca van a resolver los problemas que azotan a nuestra ciudad, provincia y país".
Otra integrante de la Asamblea, Ernestina Saccani, afirmó que la jornada del 8 de marzo fue organizada desde enero, con reuniones semanales, los lunes, pero se decidió reprogramarla, por un lado, para adherir al paro y también porque "no estaban garantizadas las condiciones para que las personas puedan asistir" y tampoco su integridad física.