El recorrido de la historiadora cordobesa Pupina Plomer conoce aulas, televisión, redes; su voz y rostro acompañan reflexiones sobre la historia y el género, desde un lugar ameno, que despertó el interés de numerosos seguidores y seguidoras. En torno al Día Internacional de la Mujer, en formato café concert, Pupina Plomer presenta Historia y Mujeres: Gira Nacional 2024, hoy a las 21 en Complejo Cultural Atlas (Mitre 645). “No solo me resultaba impensado salir de gira, sino que me negué a hacerlo durante un tiempo, ¡el productor tuvo que insistir un poco! Yo pensaba que nadie iba a querer pagar para ver un show de historia, y al final parece que funcionó bastante bien (risas)”, comenta Pupina Plomer a Rosario/12.

“Soy profesora y licenciada, siempre di clases en colegio secundario y soy adscripta en la Facultad, y por casualidades de la vida, una vez trabajé con memes en el aula, cuando era una novedad hacerlo, en 2018. Eso me llevó a dar una charla, y esa charla a trabajar en Filo News. A partir de ahí, empecé a articular historia y redes sociales, ya desde mis propias redes”, continúa.

-¿Te encontraste con un lugar un tanto inesperado?

-Tengo un público al cual le interesa la historia y lo que yo hago, que es historia vinculada con género. Eso me hace tener una audiencia, con quienes tenemos un código para hablar. Ya me sacan la ficha en la forma en que me expreso, que es bastante alejada de la academia, y eso genera un feedback que también te da más ganas de hablar; tengo buena recepción por parte de la audiencia. Por otro lado, las redes me resultan bastante naturales, porque yo uso mucho el celu, consumo y no solamente genero contenidos; así que medio que ya conocía el código con el que hablo. Medio que me sale natural.

-¿Te obligó a rever ciertas cuestiones, tal vez desconocidas?

-Aprendí a editar videos (risas); pero el resto no, uso el celu desde que soy chica y tengo incorporada la cuestión.

-¿Cómo es el formato del show?

-Tiene un formato de café concert, con la idea de que sea una charla distendida, con un lenguaje relajado y la información masticada, para que sea fácil de percibir; no es un stand up. Más allá de recuperar mujeres que fueron importantes, algo que hago en redes, con el show voy un poco más allá y me pregunto sobre por qué recuperamos a las que son importantes, qué pasó con las que todavía no hemos recuperado, por qué decimos que faltan mujeres, qué preguntas le hacemos a la historia desde el presente; trato ir un poco más allá del caso particular. Lo que quiero es que vayan con la idea de no recuperar casos individuales, sino de llegar a lo colectivo, porque en lo colectivo hay una potencia que ha sido ocultada durante mucho tiempo.

-¿Hay alguna figura que a vos, como mujer e historiadora, te genere una admiración particular?

-Entre las que vamos a tratar, figura Julieta Lanteri, cuya historia está siendo bastante recuperada, por lo extrema que es; entre otras cosas, por ser la mujer que votó por primera vez en Argentina. Ella tiene un protagonismo especial en la charla, pero le vamos a dar la vuelta a su historia.

-¿Qué lectura hacés hoy, desde la historia vinculada al género, cuando desde el gobierno nacional se suprime el lenguaje inclusivo?

-Como historiadora, puedo decir con total seguridad que el lenguaje muta en las sociedades, se transforma, en función de sus necesidades, como la de incorporar identidades que hace algunos años no estaban siendo vistas o nombradas. Ir contra eso es un tipo de censura. Es un debate amplio, que tiene que ver con desde dónde se construye el lenguaje y las formas en las que hablamos, pero creo que es un tipo de censura, que viene acompañada de líneas conservadoras que un poco estaban siendo disputadas en los últimos años, y que ahora vienen a decir acá estamos.

-Parece que a las conquistas sociales hay que cuidarlas, o corren el peligro de perderse.

-Voy a citar a Simone de Beauvoir, en esa frase que se ha hecho tan viral: “Bastará una crisis política, económica o religiosa, para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados”; o sea, claramente hay derechos que no podemos darlos por hechos, porque ante cualquier oleada conservadora o de derecha, se vuelven a cuestionar, como lo vimos con el aborto o ahora con la ESI. Están todo el tiempo en peligro, y hay que estar todo el tiempo reconquistándolos; parece que no alcanzó con lograrlos, sino que hay que luchar para mantenerlos.