El femicidio de Lorena Daniela Alejandra Cardozo (23) se juzgó en un procedimiento abreviado en el que resultó condenado a prisión perpetua Juan Carlos Fabián "Lala" Cari (34). Sin embargo, la tía materna de la víctima, Claudia Cruz, sostuvo que la familia está disconforme con el procedimiento utilizado y por eso marcharon este 8 de marzo, como hace un año, para seguir reclamando justicia.
"No estamos de acuerdo en nada lamentablemente en este juicio abreviado, juicio express diría yo. A mi hermana le avisaron unas horas antes que se presente, y no había tiempo de avisarnos (al resto de familiares)", dijo a Salta/12.
Cruz dijo que la madre y el padre de Lorena no pudieron contratar un abogado o abogada para esta instancia por la falta de recursos económicos. "Desembocó en esto de lo que nos enteramos por las redes sociales", añadió, respecto a cómo se enteró ella de la condena.
La jueza María Victoria Montoya Quiroga, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, en una audiencia flexible y multipropósito del Plan Piloto de Oralidad, condenó a Cari a prisión perpetua como autor de los delitos de "homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género, en concurso real con robo simple y abuso sexual con acceso carnal" en perjuicio de Cardozo.
Según informó el Poder Judicial, en el juicio abreviado Cari reconoció su responsabilidad en cada uno de los hechos por los que que estaba imputado y fue condenado.
Como no hubo debate oral y público, sólo se cuenta con la información judicial respecto a lo que se determinó en el proceso que se inició el 3 de marzo de 2023 con el hallazgo del cuerpo cerca del Vertedero San Javier, el basural de la ciudad de Salta.
La madre de Cardozo dijo que la joven había salido el día anterior a trabajar en un local de venta de ropa en el freeshop y no regresó por la noche. El padre había contado que estuvo en comunicación vía whatsapp con su hija hasta que no recibió más contestaciones. La investigación concluyó que Cari interceptó a la víctima cuando volvía del trabajo camino a la precaria vivienda que compartía con su familia en el asentamiento San Javier.
Además, el Poder Judicial comunicó que "la pareja de la víctima", un hombre sobre el que la familia de Cardozo sigue teniendo sospechas, "contó que la había visto el jueves 2 de marzo a la noche, en el lago del Parque San Martín, y que a las 23 él la acompañó a tomar el colectivo que la llevaba de regreso a su casa. Señaló que estuvieron chateando por whatsapp hasta pasada la medianoche y después ella dejó de responderle".
Respecto a este hombre, que sólo declaró como testigo, "la sospecha sobre él siempre estuvo, pero realmente no hicieron nada (las autoridades)", dijo Cruz.
De la investigación surgió que Cari interceptó a Cardozo cerca del lugar del hecho, cuando ella caminaba a su casa luego de bajar del colectivo. Después de atacarla se fue llevándose la mochila de la víctima, de la cual sólo sacó el celular.
En el mismo fallo, Montoya condenó a la pena de dos meses y diez días de prisión efectiva a otro hombre de 30 años de edad, cuya identidad no se difundió, por el delito "de receptación sospechosa" porque recibió el teléfono de la víctima de manos de Cari, sabiendo que provenía de un delito. La jueza dio por cumplida la pena en función del tiempo que el imputado llevaba detenido.
Además, Cari fue condenado por "abuso sexual con acceso carnal", un delito que había cometido contra otra víctima antes del femicidio y en el mismo lugar donde asesinó a Cardozo, "y con la misma modalidad de ejecución: el imputado interceptó de noche a una joven que caminaba sola rumbo a su domicilio, la redujo, la ató y abusó sexualmente de ella".
Sin asistencia
Cardozo tenía una hija de 3 años de edad que quedó a cargo de su familia materna. Cruz dijo que su hermana, la abuela de la niña, tramitó la Ley Brisa pero no sabe en qué estado está esa gestión.
En el actual contexto económico, Cruz mencionó que su hermana está a cargo también de sus hijxs pequeñxs y tenía dificultades para comprar los útiles escolares para que comiencen las clases.
Luego del femicidio, el padre y la madre de Lorena hicieron público que estaban siendo hostigados en la precaria vivienda que tenían en el asentamiento San Javier, por lo que tuvieron que irse de ahí. Aunque dieron cuenta de la necesidad habitacional que tenían no obtuvieron asistencia gubernamental que les garantizara el derecho a la vivienda digna. "Hogar no consiguieron", confirmó Cruz, e indicó que están en casa de una nuera. Cruz aseguró que desde el gobierno "dijeron que iban a ayudar pero después se lavaron las manos y ahí quedó todo en la nada".