El gobierno porteño presentó ayer su proyecto de Presupuesto para el año próximo, el cual contempla un nuevo incremento en la tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL), de hasta 23,4 por ciento. El promedio de aumento se ubicará en el 20 por ciento, por encima de la inflación promedio de 15,7 por ciento que postula para ese ejercicio el Presupuesto nacional. Este año el ajuste promedio había sido de 30 por ciento, con un tope del 38. Por el lado del gasto corriente habrá un recorte en términos reales. En Educación, Salud y Promoción y Acción Social las partidas estarán en línea con la inflación esperada, es decir que no habrá caída pero tampoco una mejora real en esas áreas. Para las empresas habrá un incentivo mediante la reducción gradual de ingresos brutos al sector productivo, que pasará del actual 4 por ciento a un 2 por ciento. El proyecto asegura que no habrá ampliación de la series de títulos, pero advierte que se destinarán 10.406 millones de pesos al pago de servicios de la deuda existente, que equivale al 4,7 por ciento de los gastos totales.
El proyecto de Presupuesto 2018 ingresó a la Legislatura porteña con el objetivo de que sea debatido y explicado por los ministros de las distintas áreas a partir de la semana que viene para que se sancione el 23 de noviembre en el recinto. Según el texto, se prevé un presupuesto financieramente equilibrado, con un cálculo de gastos y recursos por 222.383 millones de pesos, sobre la base de las mismas variables macroeconómicas proyectadas por el Gobierno nacional: crecimiento del 3,5 por ciento, tipo de cambio promedio de 19,30 por ciento e inflación de 12 por ciento (15,7 por ciento promedio).
La iniciativa, tal como sucede con el proyecto nacional, contiene fuertes estímulos para el sector empresario a costa de menores partidas o ajuste en las mejoras presupuestarias para los hogares. El gasto social crece casi al ritmo de la inflación, con lo que no habrá mejoras en términos reales: a Educación se destinarán 40.991 millones de pesos (13 por ciento más que este año); a Salud, 34.974 millones (12,9), y a Promoción y Acción Social, 19.055 millones (14,4).
Según el informe oficial, el aumento del ABL rondará el 20 por ciento promedio, con un tope de 23,4 por ciento. Según explicaron a este diario desde el gabinete económico porteño, el número surge de la inflación interanual a agosto, límite fijado por ley para subir la tasa. El 35 por ciento del padrón (665.000 partidas) pagarán un aumento máximo de 50 pesos por mes, con una cuota de 263 pesos como máximo. Un 50 por ciento del padrón (casi un millón de partidas) tendrá subas de entre 50 y 75 pesos, con una cuota tope de 394 pesos. “Debió haber aumentado más ante los incrementos de precios existentes, pero se buscó cuidar el bolsillo de la gente”, dijo a PáginaI12 una fuente cercana al ministro de Hacienda.
Los más beneficiados son los empresarios, a los que se les dará un fuerte estímulo económico a través del recorte de Ingresos Brutos, que le generará al Fisco porteño un costo de recaudación de 3800 millones de pesos. En la Ciudad las industrias de otras jurisdicciones pagan en la actualidad una alícuota del 4 por ciento, mediante un impuesto denominado “extraña jurisdicción”. El proyecto contempla que en 2018 todas las industrias pagarán 2 por ciento, como parte de un compromiso asumido por los distritos más importantes de eliminar esa suerte de tributo aduanero. Córdoba, por caso, también cobra un diferencial del 2 por ciento y anunció que lo eliminará.
La percepción de Ingresos Brutos a las industrias, además, se reducirá de manera gradual. “El año que viene será del 2 por ciento, en 2019 del 1,5 por ciento y en 2020 del 1 por ciento para todas las industrias”, destacó el ministro Mura. Según explicaron a este diario, este alivio a las empresas busca elevar la inversión, el empleo y que bajen los precios, una serie de expectativas que hasta el momento los distintos incentivos al sector privado no lograron.