El dinero correspondiente a la devolución del IVA a jubilados y a titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) es cobrado por algo más de 1 millón de personas, muy por debajo de los casi 9 millones a los que el Gobierno dijo que apuntaba con la medida. El monto total devuelto por la AFIP desde fines de julio es de 410 millones de pesos, lejos de los 25 mil millones de costo fiscal anual que supuestamente tendría la iniciativa, según datos oficiales a los que accedió PáginaI12. Se trata de una de las políticas que el macrismo presenta para justificar su faceta social como contracara del beneficio recibido por el sector agropecuario y los sectores de más altos ingresos. El escaso impacto de la devolución del IVA se explica por la baja utilización de la tarjeta de débito de parte de consumidores y comercios, un hábito que el Gobierno no se propuso modificar en lo más mínimo.
“El IVA es un impuesto regresivo que castiga a los que menos tienen. Hay casi nueve millones de argentinos a los que les estamos evitando los aumentos de precios de los últimos seis meses. No es poco. La medida –en relación a la devolución del IVA– equivale a retrotraer el valor de la canasta básica alimentaria a los valores de enero para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, y a los precios de noviembre para los jubilados”. El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, festejaba de esa forma la sanción de la ley 27.253 de devolución del 15 por ciento del IVA a los sectores más vulnerables para compras con tarjeta de débito –el restante 5 por ciento se devuelve a todo el mundo a raíz de la utilización del débito–, el pasado 9 de junio. Días después, el Gobierno reglamentó la norma: estableció un tope de devolución de 300 pesos por mes por beneficiario. Están incluidos los productos con valor unitario inferior a los 2 mil pesos de cualquier marca y rubro. Prat-Gay repitió el error de cálculo durante su intervención en la conferencia anual de la UIA, cuando citó la devolución del IVA como una de las medidas “más importantes dirigidas a los que menos tienen”.
En los hechos, el alcance el régimen está muy por debajo de lo previsto por el oficialismo. Eso define que la medida tenga en este momento crítico en términos económicos un impacto mínimo como forma de aliviar el deterioro del poder adquisitivo en los sectores populares.
Durante sus primeros días de vigencia, a fines de julio, el régimen alcanzó a unas 670 mil personas por 90 millones de pesos, entre jubilados, pensionados que cobran el haber mínimo, titulares de la AUH y asignación por embarazo (AE). En agosto, el número ascendió a 1,1 millón de personas. Fueron 440 mil jubilados, 300 mil de la AUH, 330 mil de pensiones no contributivas y 37 mil beneficiarios de pensiones por fallecimiento. En total recibieron 123 millones de pesos, 111 pesos per cápita. Ese promedio es de 186 pesos para los jubilados y baja hasta los 68 pesos para los beneficios de pensiones no contributivas.
En septiembre, los números se mantuvieron. La devolución alcanzó a 1.133.000 personas por un total de 123,4 millones de pesos, es decir, un promedio de 108 pesos por beneficiario. El grupo de mayor peso fue el de jubilados (481 mil personas) seguido por beneficios de pensiones no contributivas (337 mil) y de la AUH (273 mil). Según los datos parciales de octubre, que la AFIP todavía no terminó de procesar, la devolución benefició a 696 mil personas con 74 millones de pesos. El total del dinero que el Gobierno devolvió en concepto del IVA a estos sectores desde mediados de julio asciende a 410 millones de pesos.
Este diario consultó a una fuente del equipo económico acerca de la fuerte discrepancia entre las promesas oficiales y la realidad. “Es muy difícil modificar las costumbres en un plazo tan corto, particularmente los jubilados no tienen la costumbre de usar la tarjeta. Además, muchos comercios no tienen posnet. Faltaría hacer una campaña publicitaria. En esto nos podrían dar una mano los supermercados. Nuestra política a partir del año que viene será el combate al uso de efectivo, para reducir la evasión y ampliar la base imponible. Son cosas que requieren tiempo. Las nueve millones de personas son las que están en condiciones de recibir el beneficio”, aseguró.
“A mi criterio, la devolución del IVA no tiene impacto en el bolsillo de los jubilados. Los viejos no usan el plástico ni tampoco tienen posnet los comercios de cercanía donde hacen las compras. El Gobierno no hizo ningún tipo de campaña para alentar el uso de la tarjeta”, explicó a PáginaI12 Eugenio Semino, Defensor del Pueblo de la Tercera Edad. Detalló que “este año el poder adquisitivo del jubilado perdió entre 10 y 15 puntos porcentuales. Esto se explica porque el aumento estuvo por debajo del incremento de precios de la canasta de consumo, que es muy pequeña y tiene fuerte contenido de alimentos hiposódicos e hipocalóricos y de medicamentos, cuyos precios subieron fuertemente”.
La devolución del IVA es una de las principales medidas que el Gobierno pondera a la hora de promocionar su apoyo a los sectores económicamente más vulnerables. En esa agenda también ubica la llamada “ley de reparación histórica”. En este punto, Semino aclara que “hay una demora importante de parte de la Anses para suministrar los datos que cada jubilado necesita para tomar la decisión. Además, los montos no son lineales como se informó en la publicidad. No es que todos reciben mejoras del 30 al 40 por ciento. Alguno recibió una suma importante y otro recibe 50 pesos conforme a su historia laboral. Hay grandes frustraciones y algunos que reciben un buen reconocimiento. El universo de jubilados involucrados tampoco está claro, no conocemos el padrón y depende de la aceptación de cada jubilado, hay muchos que no aceptan porque no les interesa, hay muchos otros que todavía ni consultaron”.
La devaluación, la eliminación de retenciones a las exportaciones y el festival de endeudamiento interno a favor del sector hiper-financiarizado constituyen el eje de mejora en los ingresos de los sectores de mayores ingresos. El mayor grado de intensidad de las medidas económicas dirigidas a los ricos en relación a los decisiones a favor de los pobres y de los sectores medios hizo que la relación entre el ingreso promedio de dos hogares situados en ambos extremos de la escala de distributiva haya crecido en el último año de 12,3 a 13,8 veces, según el CEPA.