Los pesquisas judiciales piensan que el ataque al colectivo y los crímenes de taxistas no provienen de la misma usina, y que el ataque al chofer estuvo más ligado a lo ocurrido el sábado 2 de diciembre, cuando asesinaron al colectivero César Luis Roldán de la línea 116, que a los homicidios de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, ocurridos esta semana. En el crimen de los tacheros se utilizó una misma arma y munición calibre 9 milímetros de las provistas por el Estado provincial. En la escena del ataque al chofer de la K se recolectaron dos vainas calibre 380.

Ayer en tanto se conoció que en el marco de la investigación de los asesinatos de los choferes de taxi Figueroa y Celentano, 18 personas fueron demoradas en una serie de allanamientos a cargo de la Policía de Investigaciones (PDI). Los procedimientos se realizaron en los domicilios de Teniente Agneta al 1800, Uruguay al 5900, Belgrano y avenida Argentina, Flammarión al 5000 y Lamadrid al 400 bis, donde agentes de la PDI secuestraron 15 teléfonos celulares, una motocicleta y 65 municiones de distintos calibres.

En la vivienda de Teniente Agneta al 1800, los residentes al advertir la presencia policial intentaron huir del lugar y arrojaron al patio de una casa vecina tres armas de fuego y municiones, las que luego fueron secuestradas por personal del Comando Radioeléctrico. Se hizo lo propio con una escopeta calibre 12,70; un revólver calibre 22; una pistola semiautomática; un cargador de 9 milímetros y municiones varias. Pero nada se informó sobre identidades de los demorados y tampoco desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) se precisó qué temperamento judicial se tomó sobre las personas.

Los demorados quedaron a disposición de los fiscales Patricio Saldutti (Homicidios), Schiappa Pietra (Agencia de Delitos Complejos), Marisol Fabbro (Crimen Organizado), Fernando Dalmau (Investigación y Juicio) y Franco Carbone (de Balaceras). Una unidad creada por la fiscal regional, María Eugenia Iribarren, que fue desempolvada para investigar los últimos ataques a balazos.

Cabe remarcar que el viernes, el fiscal Pablo Socca acusó a Matías Maximiliano C., un muchacho de 22 años, como autor del atentado a tiros contra una unidad de la línea 130 de la empresa Rosario Bus el 22 de enero pasado en Winter y Avellaneda. Este hombre está relacionado con el ex jefe de la barra brava de Newell’s Emiliano Javier “Jija” Avejera, condenado a prisión perpetua por seis crímenes y cuatro tentativas de homicidios ocurridos entre 2016 y 2018, y el juez Pablo Pinto lo dejó en prisión preventiva efectiva por el plazo de cuatro meses.

Fue detenido en medio de cinco allanamientos de la División de Balaceras de la Policía de Investigaciones, cuatro de ellos en un pasillo de Sabattini al 3100 y otro en La Vincha al 3800. Lo aprehendieron junto a otro joven con una escopeta calibre 12, una bicicleta, dos celulares y media docena de cartuchos calibre 9 milímetros con la inscripción “PSF”, provistas a la policía santafesina por el Estado provincial. El mismo tipo de munición con el que asesinaron esta semana a los taxistas Figueroa y Celentano.