Martín Llaryora se mostró conforme con la reunión que juntó a representantes de todas las provincias del país en la Casa Rosada, aunque mantiene puntos encontrados con la propuesta del Gobierno. Para el mandatario de Córdoba es importante avanzar en la búsqueda de consensos y poner en marcha la “pata productiva” que le viene exigiendo a Javier Milei desde el primer día. Más allá de estar abierto al diálogo, Llaryora rechaza la reversión de Ganancias y cuestiona la quita de fondos a las provincias que ejecutó el ministro de Economía, Luis Caputo.
Luego de un escape veloz de la Casa Rosada, donde la mayoría de los trabajadores de prensa apostados en el lugar esperaban por su palabra, el cordobés nacido en San Francisco, volvió a su actividad el sábado por la mañana. Al firmar convenios con el intendente radical Gustavo Benedetti brindó detalles de lo conversado durante las más de cuatro horas con el jefe de Gabinete, Nicólas Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos. En ese sentido, resaltó las “cosas buenas para Córdoba” que se había llevado del encuentro, por ejemplo, que entre las empresas “sujetas a privatización” ya no estén las cordobesas, revalorizando un lobby que ya había dado resultado durante el mes de enero.
La pelea por los fondos
Por fuera de las consideraciones a partir de las cuales muestra su perfil más dialoguista, el gobernador planteó en la reunión su preocupación por los fondos que la Nación le retiene a Córdoba. En un pase de factura algo venenoso recordó a los ministros negociadores que durante el kirchnerismo, las discusiones políticas habían derivado en una “discriminación” y retaceado dineros que, a la larga terminaron siendo la principal razón de los actuales problemas de la Caja de Jubilaciones de la Provincia, el talón de Aquiles de José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, que Llaryora quiere solucionar definitivamente.
El problema es que ahora, por decisión de Caputo, el envío de los 11 mil millones de pesos mensuales para garantizar el funcionamiento de la Caja, se frenó intempestivamente.
En ese combo, el cordobés se suma al pedido por el retorno del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y el Fondo Compensador para el Transporte del Interior que ya significó la suba del boleto más veloz de la historia en la capital provincial. Por todo, Llaryora le protestó a Francos y a Posse, con quien se encontró por primera vez el viernes.
Vale recordar que desde el bloque Hacemos Coalición Federal, que integran los diputados que responden a Llaryora, se presentó esta semana una iniciativa para cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria. El Gobierno enviará la suya junto con una propuesta para restituir la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
Ahí, Llaryora tiene una de las posturas que parece no estar dispuesto a negociar. Está en contra, prefiere que se sostenga como un impuesto a los altos ingresos y se encarga de dejar en claro que si la propuesta llega al Congreso tal como se conversó en la reunión será fruto de una iniciativa del Gobierno nacional.
Abierto al diálogo
En concordancia con el grueso de los gobernadores, Llaryora entiende que la nueva edición de la “Ley Bases” da cuenta de un cambio de actitud por parte del Gobierno nacional. En la previa se habló de un intento a través del cual Milei podría insistir en el tratamiento del proyecto original. Ese que, según el Presidente, fue “descuartizado” por “la casta política”. Pero eso, finalmente, no sucedió.
También festejó que en la continuidad de los viejos acuerdos la gestión nacional no haya querido incluir la suba del 15 por ciento en las retenciones que se había convertido en la principal batalla de los gobernadores de las zonas productivas y, puntualmente en Arroyito, dejó abierta la puerta para que “se incorpore un capítulo de biocombustibles”.
“En Córdoba tenemos la oportunidad de crecer y ponernos a la par de países como Brasil o Estados Unidos”, dijo refiriéndose a las posibilidades de alcanzar un acuerdo sobre uno de los temas que, en materia agropecuaria, fue una de las banderas que el gobernador heredó de la gestión de Juan Schiaretti. “Somos grandes productores de maíz, tenemos ahí una potencia par que no se vayan los granos sino para que le demos mayor valor agregado a los granos y podamos generar más trabajo”, afirmó.