A tres meses de la asunción, Javier Milei se deteriora, pero no al ritmo que se compadece con el brutal ajuste. Los consultores no están del todo de acuerdo entre sí. Algunos sostienen que la balanza está equilibrada entre quienes todavía apoyan a La Libertad Avanza (LLA), porque consideran que la situación es culpa de los gobiernos anteriores, y los que ya están en la oposición a Milei. Otros consultores creen que transcurridos los tres meses hay más opinión en contra que a favor. A 90 días, casi todos coinciden en marcar la existencia de movimientos más profundos. El presidente pierde parte de su núcleo duro, pero tiene ahora más respaldo de los votantes de Patricia Bullrich, que son de más edad, de mayor poder económico y mayoritariamente varones. Las mujeres siguen siendo las más críticas y fueron las que menos lo votaron. Por primera vez, aparecen respaldos al peronismo en las universidades y entre las personas de más de 60 años, algo que no se veía hace décadas. Y la gran pregunta está en los niveles de tolerancia del ajuste: algunos hablan de seis meses, otros de hasta un año.
Las conclusiones surgen del diálogo que mantuvo Página/12 con diez consultores, encuestadores y especialistas en campañas electorales.
Tres tercios
“El presidente Milei sostiene una valoración positiva similar al voto que tuvo en el ballotage -diagnostica Federico Aurelio de Aresco-, producto del acompañamiento del votante que considera que Milei representa el cambio tras tantos años de crisis del país. El mandatario habla de la casta y pone a la oposición como responsable de la crisis. Ahora la opinión pública se divide en tercios. Un tercio acompañará, aunque se demoren los resultados. Un tercio no lo va a acompañar para nada. Y el tercer tercio lo acompañará dependiendo de que vea los resultados. Y hay una cuestión temporal: las urgencias son muy grandes: El 80 por ciento manifiesta que necesita tener mejoras antes de un año. Ahí se juega el futuro del gobierno de Milei”.
Cambios profundos
“Hay tres fenómenos que recién arrancan y que hay que estudiar -afirma Juan Courel, a la cabeza de la consultora Alaska-.
Uno. El principal logro de Milei en la opinión pública ha sido empezar a representar a buena parte de los votantes tradicionales de Cambiemos y no solo a su base libertaria. Milei no creció después de ganar, como suele suceder con los vencedores, pero se mantiene pese al ajuste. La base es que la crisis la heredó. Pero hoy por hoy, los libertarios están menos predispuestos que quienes votaron a Bullrich.
Dos: que el peronismo mida mejor en universitarios es absolutamente inédito y habla de cambios sociales y políticos profundos cuyas consecuencias recién empezamos a verlas.
Tres: por primera vez en décadas, el peronismo está mejor entre los sectores más viejos de la población. Dos de cada tres jóvenes votan a Milei, ya no solo los varones, pero entre los mayores, hay un cambio fuerte hacia la oposición”.
Oficialistas y opositores
Para Roberto Bacman, al frente del Centro de Estudios de Opinión Pública, “la sociedad está polarizada. En la última encuesta de CEOP, se puede ver que el 45 por ciento se considera oficialista. Apoyan concretamente al gobierno de Milei y por supuesto al apoyarlo también tienen una imagen positiva. El 43 por ciento son opositores, no lo apoyan, no tienen una buena ponderación de su imagen. Y tan solo el 12 por ciento, o sea uno de cada diez argentinos, se considera independiente. Como están viniendo las cosas hoy, los independientes son los primeros que están perdiendo la paciencia y en este momento son los que se ubican más cerca de estar en la oposición que en el oficialismo. Eso hace que la imagen negativa de Milei trepe al 55 por ciento. ¿Hasta cuándo puede durar la paciencia de los argentinos? En tres meses muchos la han perdido. Incluidos uno de cada diez de los que en el ballotage decidieron votarlo. ¿Y esto qué significa? Están enojados con los gobiernos anteriores, pero este ajuste ya no lo pueden tolerar”.
El ajuste pierde consenso
“El gobierno tiene algunos indicadores de opinión altos, pero que vienen cayendo -sostiene Hugo Haime de Haime y Asociados-. El estar alto es relativo. Si lo comparamos con anteriores presidentes, está en desventaja. Todos los anteriores tuvieron niveles de aprobación e imagen muy superiores a los votos obtenidos. El apoyo al actual gobierno tiene más de expectativa y rechazo a la vieja política que aval a las medidas tomadas. El gobierno no tiene crédito para hacer lo que quiera. Se cree que el Congreso no debe apoyar todas las leyes del Ejecutivo. Continúan cayendo las opiniones sobre la gestión de gobierno. Una mayoría de los votantes del balotaje continúa apoyándolo, pero otra parte dejó de hacerlo y entró en incertidumbre. El ajuste económico pierde consenso y la población está dividida en dos en relación con el futuro económico. A la preocupación por la inflación y la inseguridad, se le suma la pobreza”.
Cambió la tendencia
“No hay que fijarse sólo en cómo comienza una gestión -analiza Alfredo Serrano Mansilla, de la CELAG-. He visto a muchos presidentes tener el 80 por ciento de imagen positiva y terminar con menos de 10 por ciento. Por ejemplo, recuerdo a Lasso en Ecuador. No sé qué pasará hacia delante con Milei en Argentina. Pero por ahora ésta es la evolución de su imagen en base a todas las encuestas publicadas en estos meses: la aprobación, que estuvo en el 51 por ciento, cayó al 48 y el rechazo ya está por encima, en el 50 por ciento. Se advierte un primer cambio de tendencia, donde lo negativo comienza a estar por encima de lo positivo.
Seguramente a medida que vaya gobernando y gestionando, veremos qué ocurre con el respaldo del que partía. Porque jamás el apoyo es eterno. Y mucho menos cuando la situación económica de los hogares empeora a gran velocidad.
Y además hay que tener en cuenta que estamos en un cambio de época en el que lo efímero y lo volátil está más presente que nunca”.
El núcleo duro se agrieta
“Lo fundamental es Milei ya tiene su imagen con diferencial negativo -sostiene Santiago Giorgetta de Proyección- , o sea, mayor imagen negativa que imagen positiva, lo cual es una novedad para cualquier gobierno que inicia y todavía no se cumplen esos primeros 100 días de luna de miel. Tal vez sigan siendo buenos números para el nivel de ajuste. Hay otro dato novedoso desde las encuestas: el 80 por ciento de las familias argentinas menciona, como principal preocupación, el valor de los alimentos. Marca dónde están los problemas de los argentinos hoy. El otro dato de relevancia es que aparecen grietas en el 30 por ciento, el núcleo duro, que votó a Milei en primera vuelta. De ese núcleo duro, en noviembre lo apoyaba el 90 por ciento, ahora cayó al 70. Y los que ahora respaldan más a Milei son los votantes de Patricia Bullrich, esencialmente por su carácter anti-peronista y por una cuestión de nivel socioeconómico más alto. En el nivel medio o medio-bajo Milei cae y a los exvotantes del libertario ya les resulta difícil defender el accionar del gobierno de LLA.
Las cosas tienen plazo
“El ajuste y el aumento en el costo de vida son muy altos, suficiente como para resquebrajar fuertemente a cualquier gobierno -advierte Analía del Franco de Del Franco Consultores-. Por el momento el peso de estar ‘castigando a la casta’, con sus más y con sus menos, estaría funcionando como amortiguador y como cumplimiento de promesas de campaña. Parte de la sociedad, entre un 45 y 50 por ciento sigue respaldando al presidente. Los gobernadores, están en la peor encrucijada: en sus provincias por lo general, demandan que no se recorten subsidios o freno de obras públicas, pero al mismo tiempo se cuestiona a la casta. De todas maneras, las cosas tienen su plazo. Diría seis meses. En ese momento el gobierno nacional debería haber cumplido con la reducción inflacionaria. Pero la realidad es más compleja y lo que puede suceder es que en ese plazo la meta de reducir la inflación sea insuficiente y cómo es lógico la demanda esté centrada en otros aspectos como tener trabajo y proyectos de futuro”.
Milei mejoró
Este sábado se dió a conocer el informe de marzo de la consultora Opina Argentina, que lidera Facundo Nejamkis. De todos los estudios de opinión es el primero que marca que Milei mejoró en las últimas semanas. La imagen positiva sube al 52 por ciento, los dirigentes oficialistas están notoriamente mejor evaluados que las figuras del peronismo, hay una mayoría clara que cree que Milei tiene capacidad de gobierno, credibilidad y honestidad y el discurso del 1 de marzo fue recibido favorablemente. El mes pasado, Opina Argentina registraba un 50 a favor y un 50 en contra, y en marzo afirma que Milei subió dos puntos, pasando a un 52 por ciento de imagen positiva y 48 por ciento de imagen negativa.
Tres meses y hay deterioro
“Durante estos caóticos tres meses de gestión -concluye Marina Acosta de Analogías- continuamos viendo a una parte de la opinión pública confundida respecto de las decisiones que toma o quiere tomar Milei. Es un escenario de mucha preocupación. La imagen positiva del Presidente y las expectativas económicas se deterioraron, hay un claro rechazo a la posibilidad de dolarización de la economía y una incipiente alarma por la integridad del sistema federal. La ciudadanía, incluso los propios votantes de Milei, le pide consenso con los gobernadores y legisladores para avanzar en un eventual programa de ajuste. Esa demanda parece haber sido retomada por el Presidente en el discurso del Congreso. No obstante, la rigidez que presentan los puntos del Plan de Mayo pone en duda si realmente habrá diálogo político o si por el contrario el gobierno no admitirá la discusión pública, tal como lo viene haciendo.
Gobierno catastrófico
La postura de Artemio López, de Equis, es contundente. “La evaluación del gobierno es catastrófica. Pérdida del poder de compra de alimentos y bebidas. Caída brutal en las jubilaciones. Crecimiento de la pobreza a niveles que no se registraban desde 2004. El predominio inicial de imagen positiva sobre la negativa del presidente Milei se ha ido invirtiendo paulatinamente hasta predominar la imagen negativa. La situación empieza a pegar en el 30 por ciento que votó al presidente en primera vuelta, en las franjas más pobres y más jóvenes. Y, del otro lado, Milei sostiene mucho el apoyo, casi sin pérdidas, del electorado de Juntos por el Cambio, que tiene un fuerte sesgo anti-peronista”.
Como se ve, la gran mayoría de los consultores registran un deterioro de Milei y su gobierno, aunque a un ritmo más bien lento. Habrá que tener en cuenta las características de los tres meses transcurridos desde la asunción. Diciembre, un mes más bien festivo y, hacia fin de año, el aguinaldo; enero y febrero, meses de vacaciones, en los que todavía no están las exigencias del inicio de clases y de la actividad normal del año. Marzo presenta los aumentos en los servicios de luz, gas, las cuotas de los colegios, prepagas, el transporte, el combustible. Los datos de recesión son más que contundentes y, todo indica, que estarán en peligro muchísimos puestos de trabajo y las changas que redondean los ingresos en los sectores más necesitados. La violencia del ajuste se sentirá a pleno. Será la hora de la verdad.