La UTA seccional Rosario resolvió que el paro de colectivos --lanzado tras el ataque a un chofer de la línea K de trolebús en la tarde del jueves último--, se mantendrá al menos durante toda la jornada de este domingo. La medida comprende tanto al servicio urbano como al interurbano con base en la ciudad. Durante el domingo, el gremio volverá a reunirse para decidir cómo sigue la medida de fuerza. En tanto la directora del Heca, Andrea Becherucci dijo que en las últimas horas, el chofer herido presentó cierta inestabilidad y se encuentra con "soporte inotrópico" para mantenerle la presión arterial en ascenso. "Ingresó con un orificio de entrada en la región preauricular derecha y una lesión a partir de la primera y segunda vértebra cervical", detalló la médica.
El paro de UTA fue decidido poco después de que se conociera el ataque al trabajador, perpetrado alrededor de las 19 del jueves. El agresor, descrito como un muchacho muy joven, gatilló dos veces. Una de las balas dio en la cabeza de Marcos Daloia, chofer de 33 años, a quien en el Heca consiguieron recuperar de un paro cardiorespiratorio que duró 17 minutos.
En la noche del jueves, tuvieron que someterlo a una intervención quirúrgica vascular. Ayer la directora del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez indicó que Daloia "continúa internado en terapia intensiva con asistencia mecánica ventilatoria y con soporte inotrópico, que son drogas para mantenerle la presión arterial en ascenso".
La misma profesional había confirmado el viernes por la mañana que el conductor ingresó al Heca en paro cardiorespiratorio y que los especialistas le hicieron 17 minutos de reanimación para estabilizarlo. Aún tras ser sometido a una intervención quirúrgica que, afortunadamente, fue bien tolerada, el cuadro sigue siendo crítico."No hay mejoras, las lesiones iniciales son muy críticas y con el correr de las horas es esperable que, al aumentar el edema y la inflamación de los tejidos, pueda presentar más inestabilidad", remarcó Becherucci.
Con respecto al trayecto de la bala, la directora del Heca explicó que ingresó por la región preauricular derecha y se encuentra alojada debajo de la piel a la altura del cuello. "No es el proyectil lo que está produciendo daño sino que los tejidos lesionados cuando la bala recorrió la zona", sostuvo. "Esto es minuto a minuto, el cuadro es muy delicado", agregó.
Por fuera del parte médico, la directora del Heca destacó que el rápido accionar del Sies es lo que permitió que Marcos aún permanezca con vida. "La ambulancia llegó al lugar en pocos minutos y eso condicionó también que el paro cardiorespiratorio se haya producido entrando al hospital, donde se pudo hacer la reanimación", destacó.
El ataque contra Daloia fue el tercer capítulo de una saga de violencia extrema iniciada el martes a la noche con el asesinato del taxista Héctor Figueroa en barrio Tiro Suizo. A las 24 horas, mataron a su colega Diego Celentano, también taxista, en barrio Saladillo. En ambos casos, el peritaje de las vainas servidas determinó que se había utilizado la misma arma calibre 9 milímetros y, además, las inscripciones "PSF" en los cartuchos indican que los proyectiles son los que se entregan a los agentes de la policía santafesina. Al colectivero, en cambio, le dispararon con una pistola calibre 380. Su agresor cruzó calle Mendoza y se subió a una moto en la que lo esperaba otra personas, para escapar por México hacia el sur, según la reconstrucción del episodio.
Los pesquisas judiciales piensan que el ataque al colectivo y los crímenes de taxistas no provienen de la misma usina y que el ataque al chofer estuvo más ligado a lo ocurrido el sábado 2 de diciembre (cuando asesinaron al colectivero César Luis Roldán de la línea 116), que a los homicidios de los taxistas Figueroa y Celentano.