Un auto terminó incrustado este domingo en una panadería del barrio porteño de Saavedra, luego de un choque donde uno de los involucrados estaría alcoholizado y en el que no hubo heridos. El siniestro ocurrió entre las calles Larralde y Crámer, entre un Renault Logan y un Volkswagen Polo, que quedó incrustado en el comercio.
Según contó Mariela, dueña del local, a medios televisivos, "el Logan estaba cruzando en verde y el Polo pasó un semáforo en rojo". "Nosotras estábamos recién abriendo, no nos pasó nada de milagro", indicó.
El comercio quedó totalmente destruido, con la mercadería en el suelo y los vidrios tanto del frente como de los mostradores completamente rotos.
"Hace una semana nos rompieron los cristales en un intento de un robo, y los cambiamos todos. Hacía tres días que teníamos los cristales nuevos. Ahora nos rompió todo, no dejó ni una heladera sana, la única que quedó sana es la del take away, el resto rompió todo. Me arruinaron. Lo único es que todos estamos bien", precisó la mujer.
El otro conductor de la colisión detalló los hechos: "Yo venía subiendo por Crámer con la luz verde, se me acercó el auto y me golpeó de costado", dijo. "Él cruzó en rojo, me golpeó, me hizo girar, él siguió de largo y se estrelló con la panadería", explicó el hombre en declaraciones a C5N.
Respecto a su estado de salud, aseguró que no le pasó "nada grave", pero lamentó lo que le ocurrió porque "el auto era recién nuevo", lo sacó "el martes" y lo usa para trabajar.