Israel bombardeó de nuevo Gaza este domingo, causando decenas de muertos y alejando las esperanzas de una tregua en la víspera del Ramadán, mientras la comunidad internacional trata de enviar ayuda humanitaria a una población al borde de la hambruna. Un primer barco cargado con ayuda está listo para zarpar desde la isla de Chipre, en el marco de un corredor marítimo humanitario anunciado por la Unión Europea rumbo al enclave palestino, devastado tras más de cinco meses de guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamas.
Antes del Ramadán, el mes de ayuno sagrado musulmán que empieza el lunes, nada parece indicar que se alcanzará un acuerdo de tregua en el conflicto, que deja por el momento 31.045 muertos en Gaza, en su mayoría civiles. Para Hamas al menos 85 palestinos murieron en las últimas 24 horas, en más de 60 bombardeos nocturnos en el centro y el sur del enclave, sobre todo en Jan Yunis.
Al menos 15 personas fallecieron por un obús que cayó sobre tiendas de campaña de desplazados en Al Mawasi, entre Jan Yunis y Rafah, precisó el ministerio de Salud de Gaza. Además la agencia oficial palestina Wafa informó que 37 fallecidos y 118 heridos llegaron al hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, en el centro del enclave, a causa de varios ataques israelíes en la zona, incluida artillería contra viviendas familiares.
Por su parte el Ejército israelí asegura haber matado a 17 supuestos combatientes en diferentes operaciones en el área de Jan Yunis, y a 13 en el centro del enclave. Más de 30 de personas fueron detenidas en las últimas semanas, en su mayoría en arrestos en el costado oriental de Jerusalén, ocupado militarmente y anexionado de forma unilateral por Israel.
Los detenidos, residentes palestinos de Jerusalén Este, son sospechosos de "incitación y apoyo al terrorismo", según argumentó un portavoz policial israelí, que alertó de crecientes tensiones en torno a la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes. La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dio instrucciones este domingo para crear "de inmediato" infraestructura a "corto y medio plazo" donde poder detener a los miles de palestinos que Israel prevé arrestar en 2024.
"Alimento a mi hija con agua"
El asedio total impuesto por Israel provocó una catástrofe humanitaria en Gaza y, según la ONU, 2,2 millones de los 2,4 millones de habitantes están al borde de la hambruna. Según el ministerio de Salud 25 personas, la mayoría niños, murieron por malnutrición y deshidratación. "Alimento a mi hija con agua para que no se muera. No me queda otra", dijo una madre en la ciudad de Gaza, Barak Abhar, con su bebé llorando en brazos.
Israel sólo deja entrar ayuda humanitaria al territorio a cuentagotas desde la cerrada frontera con Egipto. Varios países occidentales y árabes lanzan desde el aire paquetes con comida y material médico. Jordania, Estados Unidos, Francia, Bélgica y Egipto participaron el domingo en nuevos lanzamientos aéreos de ayuda.
La Unión Europea y Estados Unidos, principal aliado de Israel, anunciaron el viernes que preparaban un corredor marítimo desde la isla de Chipre, situada a unos 370 kilómetros de Gaza. Un primer barco fletado por la ONG española Open Arms en colaboración con la estadounidense World Central Kitchen zarpará del puerto de Lárnaca "en las próximas horas", anunció el gobierno chipriota.
Más daño que ayuda
Un navío de apoyo logístico del ejército de Estados Unidos zarpó del país con material para instalar un embarcadero temporal en Gaza. Su construcción podría demorar unos 60 días, según el Pentágono. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, reiteró que esa ayuda llegará en exclusiva a manos de civiles, y que por ello, no interfiere con el objetivo "de derrocar el gobierno de Hamas en Gaza".
La ONU, que advierte que una hambruna generalizada es "casi inevitable" en el territorio, insiste en que las entregas de ayuda por aire o mar no pueden sustituir a las terrestres. Esta ayuda pasa por Rafah, en la frontera con Egipto. En esta localidad se hacinan cerca de 1,5 millones de personas, según la ONU, la inmensa mayoría desplazados que viven en condiciones miserables, en busca de comida y agua.
El presidente estadounidense, Joe Biden, volvió a criticar el sábado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Netanyahu "daña más de lo que ayuda a Israel", dijo Biden durante una entrevista con la cadena MSNBC el sábado. "Tiene el derecho de defender a Israel, el derecho de seguir persiguiendo a Hamas", afirmó el mandatario estadounidense, pero aclaró que "debe prestar más atención a las vidas inocentes que se están perdiendo".
El ministerio de Exteriores de Israel calificó de "grave error" la decisión de Canadá y Suecia, anunciada este fin de semana, de reanudar sus fondos a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) y acusó a ambos países de "querer ignorar la cuestión de la participación de sus empleados en actividades terroristas".
"El regreso a la financiación de la UNRWA no cambiará el hecho de que la organización es parte del problema y no será parte de la solución en la Franja de Gaza", indicó el gobierno israelí en un comunicado, en el que asegura haber entregado a todos los donantes información de inteligencia sobre la participación de empleados de la UNRWA en la masacre del 7 octubre.
La ONG Save the Children advirtió que los planes para enviar ayuda humanitaria a Gaza a través de un corredor marítimo y los lanzamientos aéreos de alimentos no representan una solución para los cientos de miles de palestinos atrapados. "Estos métodos alternativos de entrega de ayuda son costosos, ineficaces y una distracción de la solución crítica para salvar las vidas de los niños, las niñas y las familias de Gaza", apuntó Save the Children en un comunicado antes de asegurar que "la única solución es un alto el fuego inmediato y definitivo".
El líder del buró político de Hamas, Ismail Haniyeh, en un discurso previo al Ramadán, reiteró como condiciones para un acuerdo con Israel "un alto al fuego integral y la retirada completa del ejército de ocupación de Gaza, el retorno completo e incondicional de los desplazados y la provisión de cuestiones humanitarias", entre ellos, el fin del "asedio" y la reconstrucción del enclave.