El asesinato del playero de una estación de servicio el sábado a la madrugada y la confirmación del fallecimiento del chofer de colectivo atacado el jueves pasado suman más incertidumbre a una ciudad que está siendo víctima de ataques aleatorios contra trabajadores de rubros específicos, que buscan generar pánico y la paralización de servicios básicos. Primero fue contra los taxistas, quienes anunciaron un corte del servicio durante la noche y evaluarán nuevas medidas; después contra los colectiveros, lo que derivó en un paro del transporte urbano e interurbano que continuará hoy, sumando 96 horas consecutivas sin servicio. Y ahora, por el crimen del playero, las estaciones de servicio dejarán de brindar atención nocturna. Tampoco habrá clases este lunes en las escuelas públicas de Rosario.
La seguidilla de crímenes que comenzó el martes pasado con el asesinato del taxista Héctor Raúl Figueroa para enviar un mensaje intimidatorio a las autoridades provinciales continuó durante el fin de semana con el homicidio a sangre fría de un joven de 25 años que trabajaba durante la noche del sábado en una estación de servicio de la zona oeste. El hecho ocurrió en la estación Puma de Mendoza al 7600. Según se puede ver en las cámaras de seguridad del lugar, un hombre, aún no identificado, se dirigió hacia una pequeña oficina de la estación de servicio y abrió fuego contra Bruno Bussanich, hiriéndolo en el pecho y en la cabeza. El soldadito arribó acompañado por otro hombre, a bordo de un auto chocado en el cual huyeron, no sin antes dejar una nota amenazante dirigida al gobernador Maximiliano Pullaro y al Ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni.
Como consecuencia del homicidio, las estaciones de servicio de la ciudad dejarán de brindar atención nocturna, en reclamo de mayor seguridad. La decisión fue comunicada de manera conjunta por la Cámara de Estaciones de Servicios, Garages y Afines (Cesgar) y el Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (SOESGPYLA). En ese sentido, decretaron “una medida de protesta por tiempo indeterminado de 22 a 6 hasta que encontremos respuestas a las medidas de seguridad que necesitamos para el sector”. Además, ayer declararon una jornada de duelo que se extendió desde las 14 hasta las 22.
Por otro lado, tras luchar más de dos días por su vida, Marcos Iván Daiola, el chofer de la línea K que fue atacado a balazos el pasado jueves, falleció en el día de ayer. El ataque que derivó en la muerte de Daiola se produjo durante la tarde en la esquina de Mendoza y Méjico. La ciudad ya estaba conmocionada por los homicidios de los taxistas Héctor Raúl Figueroa, el martes, y Diego Celentano, el miércoles. El chofer de la línea K fue el siguiente eslabón elegido al azar para enviar un mensaje intimidatorio al gobierno de Pullaro. El agresor, que según los testigos era un joven, hizo seña a la unidad para subir como pasajero y cuando el chofer abrió la puerta, le disparó para luego escapar junto a un cómplice que lo esperaba en una moto.
El colectivero fue trasladado en una ambulancia del Sies en grave estado como consecuencia de un disparo en la cabeza. Tras sufrir un paro cardíaco, los trabajos médicos lograron reanimarlo y fue operado de urgencia, con un orificio de entrada en la región preauricular derecha y una lesión a partir de la primera y segunda vértebra cervical. El sábado permanecía en estado crítico y finalmente ayer se informó que su cuerpo no pudo resistir más. La directora del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, Andrea Becherucci, detalló que la víctima presentaba “un deterioro clínico, neurológico y hemodinámico” durante las últimas 24 horas y que durante la mañana de ayer se le realizaron diferentes test y estudios diagnósticos “que confirmaron a las 13.30 la muerte encefálica del paciente”.
Poco después de que se conociera el ataque a Daiola, la seccional local de la UTA lanzó un paro del transporte urbano e interurbano por tiempo indeterminado y al confirmarse el fallecimiento se anunció que la suspensión de las actividades continuará durante la jornada de hoy. De esa manera, se cumplirán al final de este lunes 96 horas sin colectivos urbanos.
El secretario general de UTA Rosario, Sergio Copello, manifestó su preocupación por el clima en el que tiene que trabajar los choferes: “Esto no da para más, pero no solo para los colectiveros. Afecta a todos los trabajadores que están en la calle ganándose el pan día a día, como les pasó a los dos compañeros taxistas asesinados. Le puede pasar a cualquiera”. Además, criticó que “para el Ministerio de Seguridad parece que está todo bien, pero nosotros ponemos el cuerpo”. Y sentenció: “Ya no hay palabras ni proyectos ni ideas que nos puedan convencer de volver a trabajar así tan fácilmente. Esto no da para más. Para volver a trabajar los compañeros necesitan de mucho coraje”.
Al paro del transporte urbano e interurbano y la suspensión de la atención en las estaciones de servicio durante la noche, se sumó una nueva medida de fuerza de los taxistas. El secretario general del Sindicato Peones de Taxis de Rosario, Horacio Yannotti, anunció que la paralización del servicio se extendería hasta las 6 de hoy. “En una reunión de la comisión directiva hemos resuelto en conjunto retirar el servicio. Mañana (por hoy) tendremos una reunión para ver cómo sigue la lamentable situación que estamos viviendo los trabajadores y todos los rosarinos”, expresó el representante taxista.
Amsafé Rosario dispuso un cese de actividades y sin asistencia a las escuelas. “Ante la escalada de violencia criminal Amsafé Rosario dispone un cese total de actividades sin asistencia a las escuelas para este lunes 11 de marzo”, dice un comunicado de la seccional local del gremio docente. “Cuatro trabajadores asesinados en pocos días son la expresión brutal de grupos narco criminales que parecen actuar sin que el Estado pueda ponerle límites. Nos solidarizamos con las familias y los compañerxs de las víctimas. Rechazamos las acciones provocativas y violentas del gobierno provincial que no han hecho más que agravar la situación. Desde hace años se vienen ensayando medidas represivas y sucesivos despliegues de tropas federales que no han dado ninguna respuesta y han fracasado ostensiblemente”.
“La violencia narco -concluye- se combate cortando sus vínculos con sectores del poder político, policial y económico y con respuestas de fondo a los graves problemas de pobreza y desigualdad”.
Seguí leyendo