El brote de dengue que atraviesa el país se siente en los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires con colas que comienzan temprano en la mañana y se extienden durante toda la tarde. Los pacientes se juntan alrededor de las unidades febriles que realizan testeos para detectar el virus con la esperanza de descartar la enfermedad, pese a los síntomas con los que se acercan a los centros de salud. En las filas, conformadas en general por familias, se escuchan quejas por las fumigaciones que consideran insuficientes, en particular en los barrios de la Comuna N°15 y del sur de la Ciudad, que registran las tasas de contagio más altas.
Una larga cinta de peligro arranca atada a un costado del edificio de guardia del Hospital Tornú. Se extiende, dobla en la esquina del mismo edificio y, enganchada al tronco de un árbol, finaliza frente al ingreso trasero para conformar así una especie de corralito. "Prohibido pasar", dicen unos carteles pegados sobre la cinta, que se cierra ante la puerta de la Unidad Febril del hospital. Adentro del corralito, unas treinta personas aguardan su turno. Algunos tienen barbijo, la mayoría no. Todos muestran rostros decaídos. Aunque al lado se hacen también pruebas de covid - 19, la mayor parte de los pacientes esperan para realizar su testeo por dengue.
"Me empezó a doler mucho la cabeza y todo el cuerpo ayer a la mañana, sobre todo las piernas, y pasé la noche con fiebre. Ahora me siento un poco mejor, pero igual quiero asegurarme. Espero no tenerlo", dice a Página/12 Fermín Arias, una de las personas que aguarda turno. Sentado en uno de los bancos metálicos dispuestos dentro del corralito, el muchacho de 20 años cuenta que vive en Chacarita con sus padres y jura que no recuerda ninguna picadura de mosquito: "Mi mamá se la pasa tirando repelente", agrega y la señala. Ella espera del otro lado de la cinta. "Es que en esta zona está terrible", comenta la mujer.
En efecto, los barrios de la Comuna N°15, donde se encuentra el Tornú, componen la zona con mayor prevalencia del dengue por cantidad de habitantes en la Ciudad. Según el último boletín epidemiológico semanal del Ministerio de Salud porteño, la comuna registra la tasa de incidencia más alta con 249,8 casos cada cien mil habitantes. Al lado, la Comuna N°11 le sigue con una tasa de 192,4.
"Cuando supimos que esta zona era una de las peores de la ciudad, pedimos que se incrementaran las fumigaciones y los controles en las calles y plazas, pero siguieron haciéndolas al mismo ritmo que antes", se queja Jimena, mientras espera su turno en el hospital de Parque Chas. Y agrega que incluso realizaron reclamos a la comuna pero no obtuvieron resultados. "Ellos te dicen que ya se están haciendo las fumigaciones necesarias, y que en realidad lo que más importa es el cuidado en las casas, pero los mosquitos se siguen viendo igual en todos lados", añade la mujer de 34 años a la que el termómetro le dio, en la guardia, 38,4 grados de temperatura.
Del otro lado de la Ciudad, en el Hospital Muñiz, el empleado de seguridad del ingreso al centro de salud ya sabe qué responder desde su garita. Si se le pregunta dónde se hacen los testeos por el dengue, el hombre señala automáticamente el lugar indicado. Es una de las esquinas del gran edificio que da al Parque Florentino Ameghino, donde algo más de treinta personas esperan su turno. Aquí no hay corralito, pero sí los mismos bancos de hospital distribuidos a lo largo de la calle interna del acceso al hospital, y el mismo cartel que anuncia "Unidad Febril".
Desde los escalones que dan a la puerta de la unidad, una enfermera llama por nombre y apellido a los pacientes que esperan, algunos sentados, otros parados. Según comentan trabajadores del lugar a este diario, las colas se volvieron una constante en las últimas semanas. Aunque no alcanzan los niveles que se pudieron ver en pleno brote de covid - 19, cuando el hospital mostró imágenes de filas que rodeaban la manzana, sí se llegan a producir aglomeraciones.
María Martha Robles --51 años-- es una de las mujeres que esperan su turno en el hospital del barrio de Parque Patricios. Sentados junto a ella están sus tres hijos: dos niñas y un niño. El más grande presenta síntomas compatibles con dengue. Robles cuenta a Página/12 que llegaron al hospital desde su casa en la Villa 21-24 cruzando las vías del Belgrano Sur. Vino con sus otras dos hijas porque no tenía con quien dejarlas. "Allá es imposible. Una se encarga de limpiar, de no acumular agua y esas cosas, pero las calles están llenas de zanjas y ni hablar la parte que da al Riachuelo", advierte la mujer. Y agrega que tres de sus conocidos del barrio ya contrajeron la enfermedad. Las fumigaciones realizadas por el GCBA, sostiene, no dan abasto. Detrás de la Comuna N°15, la 11 y la 1, los barrios del sur de la Ciudad siguen conformando las zonas con mayor influencia de la enfermedad con tasas que promedian los 155 contagios confirmados cada cien mil habitantes. La Comuna N°4, donde se encuentra la 21-24, tiene una tasa de 155,1, mientras que la 8 se sitúa en 154,8. Entre las dos comunas ya se reportaron 731 casos de dengue.
En total, informa el Ministerio, en la temporada 2023 - 2024 ya se reportaron más de 3.200 casos confirmados, además de 1.647 con resultado no conclusivo y 576 probables. Los contagios se fueron incrementando en las últimas semanas al ritmo de uno de los brotes más grandes que atravesó el país en toda su historia, con más de 74 mil casos en la temporada y 47 fallecidos.