El gobierno de Javier Milei suspendió el pago del Potenciar Trabajo a 236 personas en marzo, que se suman a las 22.500 bajas en febrero que fueron oficializadas en el Boletín Oficial. Denuncian irregularidades que en muchos casos no llegaron a demostrar y los movimientos sociales entraron en alerta. Además, según fuentes oficiales el programa se eliminará y en su reemplazo se crearán dos nuevos, Volver al Trabajo y Acompañamiento Social. De este modo busca reducir la injerencia de las “unidades de gestión”, que supervisan las tareas y muchas veces están vinculadas con las organizaciones sociales.
“Este Gobierno necesita demonizar y estigmatizar a las organizaciones como herramientas de defensa de derechos de los trabajadores, en estos meses dieron más de 20.000 bajas injustificadas que siguen en la lógica del ajuste fiscal”, describe Johanna Duarte, secretaria gremial de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) en diálogo con PáginaI12.
Desde el Ministerio de Capital Humano denunciaron haber encontrado irregularidades, como viajes al exterior durante el período de vigencia de la prestación. Sin embargo titulares que no cobraron en marzo afirman que no salieron del país. “No cobré este mes. En la aplicación dice que estoy suspendida desde diciembre. Me sorprendio el motivo que es viaje al exterior con uso de avión, cosa que nunca ocurrió. La última vez que viajé fue a San Nicolás de paseo con mi hijo, nunca salí de Argentina y mucho menos en avión”, confiesa Erica de 36 años, trabajadora sociocomunitaria hace 6 años en el centro educativo Hora Libre, al sur de Ituzaingó.
Erica coordina ese espacio que funciona en club de barrio y ayuda a los chicos con la tarea después del colegio, reforzando el aprendizaje en caso de dificultades. Su tarea es esencial para muchas familias. “En la primera hora y media de la tarde damos clases de apoyo escolar, luego los chicos tienen una hora libre de juegos y recreación, en la última hora realizan algún taller de inglés, circo o gimnasia y finalmente se da una merienda”, afirma. En total reciben a 25 infantes, pero en otros centros concurren más de 40, el apoyo escolar es primordial para muchos chicos y también el vínculo que se genera con las familias que saben que pueden contar con ese equipo. “Cuesta mantener la escuelita, pero sabemos lo necesario que es nuestro trabajo, es una tarea comunitaria aunque para otras personas ni siquiera tiene valor”, admite.
Zulma trabaja en un comedor en el barrio Costa Esperanza en Loma Hermosa, partido de San Martín. Antes recibían a 280 chicos y ahora trabajan para unas 330 personas, no solo niños y adolescentes sino parte de la familia “porque se acabaron las changas”. Relata a PáginaI12 la realidad de los comedores “que no reciben plata del Gobierno nacional y desde diciembre funcionan solo con lo que les da el municipio y colaboraciones del barrio: ahora solo abrimos lunes, miércoles y viernes y damos solo almuerzos, cuando antes dábamos también merienda”. Ahora está ayudando a numerosas familias que tienen dengue en el barrio. En el comedor además trabajan coordinadamente con la capilla y los colegios. Zulma es monotributista social porque su emprendimiento creció, pero antes recibía un Potenciar Trabajo.
Zulma cuenta el caso de una compañera que viajó a fin de año a Santiago del Estero para estar con su familia en las fiestas y le dieron de baja el plan porque dijeron que había viajado al exterior, es el caso de una madre soltera que hace 4 años percibe el Potenciar por emplearse en una cooperativa textil. Al igual que en el caso de Erica, dijeron que habían aparecido en bases de datos cruzadas con Migraciones por un viaje fuera del país. Hicieron un reclamo, online, completando una declaración jurada y con el apoyo y seguimiento de las compañeras de Utep esperan que soluciones el problema. “A otra compañera que hace reciclado y tiene 35 años le dijeron que dejó de cobrar porque aparecía en las bases de Anses como jubilada”, agrega Zulma.
La suspensión del Potenciar Trabajo es además estigmatizante sobre la cuestión migratoria. No es difícil entender que algunas personas quieran juntar algo de dinero para viajar a fin de año a un país limítrofe a pasar las fiestas con su familia o visitar a un familiar enfermo, como el caso de Elena también de Ituzaingó. Ella viajó con su familia a Paraguay a visitar a un ser querido que está enfermo y se les rompió el auto, y tuvieron que demorar unos 30 días su regreso. Entonces le suspendieron el Potenciar “porque se había ido de vacaciones”, tuvo que hacer el reclamo online y le preguntaron de dónde había sacado la plata para viajar.
El plan es su salario
De las 10 millones de personas que trabajan en la economía popular, apenas 1,3 millones perciben el Potenciar Trabajar, comenta Johanna Duarte de la Utep. El registro surge del Renatep, pero existen muchos más trabajadores y trabajadoras que no están inscriptos allí, son quienes hacen tareas “por fuera” del sistema, informales y cambiantes y muy mal pagas. “La idea original del Potenciar era un Salario Social Complementario [ingresó con ese nombre como proyecto de ley al Congreso] del trabajo informal que realizaba el compañero o la compañera y equivalía a la mitad de un Salario Mínimimo Vital y Móvil: hoy el Potenciar paga 78.000 pesos mensuales pero el Gobierno decidió que dejará de acompañar al SMVM”.
Ninguna persona vive de cobrar un Potenciar Trabajo, pero complementa a la changa como vendedor ambulante, trabajadora en tareas de cuidado o realizador de oficios como la herrería, pinturería o carpintería.
Otro ejemplo es el de Jazmín que trabaja en una cooperativa de alimentos, que vende frutas y verduras a precios mucho más accesibles que en otros comercios de la ciudad: “Trabajamos directamente con las familias productoras o empresas recuperadas que forman parte de la red de la economía popular en distintas localidades del país y tenemos una lógica mucho más federal que la que rige en el mercado, que centraliza toda la producción y distribución en torno al gran Cordón Frutihortícola de La Plata”. Desde 2022 Jazmín comparte el trabajo con otros 50 compañeros y compañeras en la cooperativa, aunque cuenta que llegaron a ser más. Pero los trabajos y las formas de realizarlos siempre cambian en la economía popular, en su caso, se dedicaba a dar apoyo escolar a las infancias y dinamizar asambleas de mujeres en los barrios populares.
Jazmín trabaja todos los días en la cooperativa, pero le cortaron el plan repentinamente en marzo, sin informarle los motivos. Al igual que el caso de sus compañeros, su situación no viola los requerimientos del Potenciar: “Realizar una contraprestación periódica y de duración determinada, de modo que el Potenciar permita mejorar los ingresos de las personas que se encuentren en situación de alta vulnerabilidad social y económica”. "La nueva función que el Gobierno pretende darle al programa es estigmatizante y tampoco funcionó en otros momentos de la historia”, advierte Johanna. Los beneficiarios que tengan entre 18 y 49 años pasarán al programa Volver al Trabajo que pondrá el foco en la capacitación para mejorar la inserción laboral formal. Una visión un tanto ingenua de cómo funciona el mercado laboral y que carga al desempleo como estigma sobre una condición individual de cierta incapacidad.
Por otro lado, las personas que se consideren en una situación de extrema vulnerabilidad social, como quienes tengan más de 50 años o sean madres con más de cuatro hijos o adultos mayores que estén transitando su última etapa laboral, quedarán bajo la órbita del Acompañamiento Social. Esto implica “fragmentar el programa porque una parte pasaría a la órbita de la Secretaría de Trabajo, mientras la otra quedaría dentro de Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia, además tiene una mirada de productivo/improductivo que replica la lógica de mercado que el Estado debe cuestionar”, explica Duarte.