En medio de la escalada de violencia que ya se cobró cuatro vidas de forma aleatoria en pocos días, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, arribó a la ciudad para hacer anuncios. En una conferencia de prensa junto con autoridades provinciales y locales, la funcionaria informó la llegada de 450 agentes federales para realizar operativos de saturación en las zonas calientes y adelantó que enviará un proyecto de ley “antimafia” que busca adjudicar los crímenes cometidos por una banda criminal a todos sus integrantes. También adelantó que pedirán a la Justicia que aplique la ley antiterrorista que duplica las penas, así como también “medidas excepcionales” que buscan cortar con la circulación de armas. Por su parte, el ministro de Defensa, Luis Petri, confirmó que las Fuerzas Armadas realizarán “tareas de apoyo” a las tropas nacionales y provinciales. Las medidas anunciadas por el gobierno nacional no parecen cambiar demasiado la receta que se viene aplicando hace varios años. “No vamos a dejar que Rosario sea una tierra de narcoterroristas”, declaró Bullrich, mientras que el gobernador Maximiliano Pullaro aseguró que las personas que promueven el terror “van a pasar toda su vida pudriéndose en la cárcel”.

La ministra de Seguridad llegó a la sede de Gobierno en la ciudad de Rosario cerca de las 10 de la mañana, acompañada por su par de Defensa, donde fueron recibidos por autoridades locales y provinciales. Durante parte de la mañana la zona permaneció cortada en el marco del operativo de custodia que se montó ante la llegada de los funcionarios nacionales. Una hora después, Bullrich, Petri y Pullaro, junto al intendente Pablo Javkin, se dirigieron hacia la Sala Walsh donde una gran cantidad de medios, entre los que se encontraba Rosario/12, aguardaban por la conferencia de prensa. También participó la vicegobernadora, Gisela Scaglia; el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Pablo Cococcioni, y la fiscal general del Ministerio Público de la Acusación, María Cecilia Vranicich.

El primero en tomar la palabra fue Javkin, quien se refirió a los asesinatos contra trabajadores de distintos sectores de la ciudad (dos taxistas, un colectivero y un playero) como “una amenaza organizada por grupos narcos para implantar el terror” que desafía el poder del Estado y la vida de los ciudadanos. Y celebró la llegada de las autoridades nacionales en medio de la escalada de violencia: “Esto que, durante mucho tiempo se vino desarrollando, requiere una respuesta efectiva. Con todos los recursos legales que tenemos a disposición y toda la fuerza legal que tienen los niveles del Estado. Este accionar narcoterrorista no permite ningún retroceso. La decisión política es firme, es con todos los recursos y es en pos de recuperar la paz ganándole al terror”.

En tanto, Petri informó que las Fuerzas Armadas se sumarán a colaborar con distintos aspectos, dentro de las atribuciones contempladas en la Ley de Seguridad Interior. “En las próximas 24 horas van a estar llegando no solamente personal de las Fuerzas Armadas, sino también vehículos, logística y comunicaciones, para posibilitar, auxiliar y cooperar tanto con las fuerzas de seguridad nacionales como provinciales”, explicó el ministro de Defensa. “Creemos y estamos absolutamente convencidos que le vamos a ganar al narcotráfico. Hay que hacerle la vida imposible a los que deciden cometer delitos para devolverle la tranquilidad y la paz a los ciudadanos de bien”, añadió.

El momento de los anuncios estuvo a cargo de Patricia Bullrich, aunque tampoco hubo demasiadas novedades. La ministra de Seguridad informó que se va a trabajar en un “diseño más fuerte” de los operativos de seguridad que lleve al “acorralamiento” de las bandas narcocriminales. Para lograr eso, anunció que pedirán a la Justicia la aplicación de la ley antiterrorista para que los hechos de intimidación pública se consideren como actos de terrorismo y así se dupliquen las penas.

En segundo lugar, adelantó que enviarán al Congreso de la Nación un proyecto de ley “antimafia” que tipifica una nueva modalidad de persecución penal sobre el crimen organizado, que imputa los crímenes cometidos por una banda narcocriminal a todos sus integrantes. Según explicó la funcionaria, la iniciativa sigue el camino adoptado en otros países como Italia, para el combate a las mafias, o el Salvador, con la guerra encabezada por su presidente Nayib Bukele contra las maras. “Cada integrante de una organización lleva la pena de la organización, por el hecho de participar. Con figuras especiales como el arrepentido que ya existe, y otras nuevas modalidades que nos permitan ir a fondo contra estas bandas”, evaluó.

Luego, Bullrich informó la llegada de efectivos de las fuerzas federales con el objetivo de impulsar operativos de saturación en las zonas de alto riesgo en la ciudad, sobre todo en el horario nocturno. “Vamos a saturar y a trabajar con equipos especiales de investigación, conjuntamente con el Ministerio Público de la Acusación y la Justicia Federal, generando equipos especializados, totalmente focalizados en generar en el menor plazo posible el mapa de la nueva estructura criminal”, como si arrancara de cero y la justicia provincial no lo tuviese.

En un primer momento, la ministra de Seguridad evitó referirse al número de agentes que llegarán a la ciudad. Recién cuando se habilitaron las preguntas, Bullrich confirmó el arribo de unos 450 oficiales federales. Es decir, unos 150 gendarmes por turno. Durante la conferencia el número no pasó desapercibido: uno de los periodistas presentes le indicó a la ministra que el operativo de prevención para un clásico rosarino suele abarcar a mil efectivos. La respuesta de la funcionaria fue que las fuerzas federales también deben cuidar las fronteras del país porque Argentina “ha aumentado su nivel de amenaza” y que Santa Fe está entre las provincias con más cantidad de agentes.

Por último, señaló que van a trabajar “fuertemente” sobre el lavado de activos, aunque sin demasiadas precisiones sobre las medidas que se van a tomar en ese sentido. “Le vamos a pedir a la Justicia medidas excepcionales a la altura del desafío que tenemos, para trabajar contra los narcocriminales terroristas. El objetivo que nos vamos a plantear es sacar las armas, que han crecido, y que atentan contra la vida de la gente. Para eso vamos a tener reuniones con los jueces para plantear un modelo operacional diferente que nos permita tener la capacidad de controlar que la ciudad de Rosario no sea la ciudad con más armas de todo el país”, finalizó.

Por su parte, Maximiliano Pullaro señaló que las bandas criminales buscan “quebrar” la determinación de avanzar con firmeza en el control penitenciario. “Lo que los desespera es perder el control de sus organizaciones por no tener contacto con el afuera y por todas las medidas que se tomaron y que se van a seguir sosteniendo en la provincia de Santa Fe”, analizó y añadió: “No vamos a escatimar ningún recurso para dar con los responsables materiales que aún falta identificar”.

 

Asimismo, ratificó la intención de dar con los autores intelectuales de los cuatro asesinatos que mantienen en vilo a la ciudad. Para eso informó que la provincia puso a disposición una recompensa de 10 millones de pesos para quienes aporten datos certeros sobre los autores de las órdenes y la ejecución de los crímenes. “A quienes se animaron a cruzar esta línea, queremos decirles que vamos a dar con cada uno de ellos y van a pasar toda su vida pudriéndose en la cárcel, porque van a tener la pena de prisión perpetua. El gobierno va a poner todos los recursos que tiene a su alcance para dar con los autores”, finalizó.