El comisario retirado Claudio Alejandro Kussman, uno de los represores que están siendo enjuiciados en Bahía Blanca, quedó más cerca de volver a estar detenido después de una saga de fallos de la Corte Suprema y de la Cámara Federal de Casación Penal. Kussman es el alma pater del portal Prisionero en Argentina, donde publican procesados y condenados por crímenes de lesa humanidad así como sus defensores.
Kussman fue detenido en 2014. En 2016, consiguió la prisión domiciliaria. Ocurrió después de que un asesor del entonces ministro de Justicia Germán Garavano, Gustavo Gettar, lo visitara en el hospital penitenciario. En noviembre de 2019, el Tribunal Oral Federal (TOF) de Bahía Blanca dictó el cese de la prisión preventiva para el comisario retirado.
La decisión fue apelada por la fiscalía. En 2020, el tema escaló hasta la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, donde Kussman consiguió el aval de Guillermo Yacobucci y Carlos Mahiques. Alejandro Slokar se opuso a su libertad.
Casi cuatro años después, la Corte declaró admisible el recurso que había presentado el Ministerio Público y ordenó que se dicte un nuevo fallo. Lo hizo en su acuerdo del martes pasado.
El defensor de Kussman, Gonzalo Miño, se presentó ante la Casación y pidió que envíe el expediente a Bahía Blanca para que sea el TOF local el que se pronuncie sobre la situación de su defendido. Miño es referente de la Unión de Promociones –la primera entidad que agrupa a militares y afines que hizo público un pedido para que Javier Milei y Victoria Villarruel les den una “solución” a los presos por lesa humanidad. Miño, además, consiguió cierta notoriedad después del balotaje que ganó la fórmula de La Libertad Avanza (LLA) por saludar socarronamente a un colega en el inicio de una audiencia de un juicio de La Plata. “Hermosa mañana, ¿verdad?”, se dijeron uno a otro –recordando un latiguillo de una comedia de los años ‘90.
Miño no sólo defiende a Kussman, sino que es un asiduo columnista en su portal. En enero pasado, escribió un artículo en el que llamaba a terminar con los “infames” juicios de lesa. Su publicación se conoció días después de que Cecilia Pando y un grupo de mujeres –esposas, hermanas, madres y amigas de represores– les reclamara a Milei y a Villarruel que cumplieran con sus promesas de campaña.
Este lunes, Slokar y su colega Ángela Ledesma le encomendaron al TOF de Bahía Blanca que dicte una nueva resolución sobre la situación de Kussman. El tercer integrante de la Sala II, Yacobucci, se apartó después de haber favorecido la libertad del retirado de la Bonaerense.
En su voto, Slokar les recordó a los integrantes del TOF de Bahía Blanca la doctrina de la Corte que dice que “pesa sobre los magistrados un especial deber de cuidado para neutralizar toda posibilidad de fuga o entorpecimiento de la investigación”. El camarista, además, remarcó que es deber de la judicatura resguardar los compromisos internacionales asumidos por el Estado argentino a la hora de investigar y sancionar a los responsables de graves violaciones a los derechos humanos.
Las inquietudes periodísticas de Kussman no son nuevas. En 2016, Alejandra Dandan contó en este diario que había publicado un artículo en Te cuento… la semana –una revista que editaban los presos por crímenes contra la humanidad– en el que daba consejos para documentar los supuestos abusos que sufrían mientras estaban detenidos. Esa publicación había llevado en tapa una foto de Victoria Villarruel junto al entonces secretario de Derechos Humanos cuando fue recibida en el espacio de memoria que funciona en lo que fue el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Kussman está menos esperanzado ahora con los tiempos que maneja la vicepresidenta. Dice que LLA solo les tiró maní para los monos. “En lo personal estoy convencido (de) que hoy impera más hipocresía que en la época del kirchnerismo, y eso es mucho decir”, escribió días atrás desde su blog.
La semana pasada, Slokar y Ledesma ordenaron al TOF de Bahía Blanca juzgar a 17 represores --que están actualmente en el banquillo junto a Kussman-- por los delitos sexuales que sufrieron tres mujeres mientras estuvieron secuestradas. En la marcha del viernes, un grupo de mujeres que se identificaron como seguidores de Villarruel se movilizó con carteles que decían "la justicia zaffaronista te mata". La vicepresidenta replicó los carteles en sus redes sociales.