El ministro de Economía, Luis Caputo, visitó este martes la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) para el Summit, el evento que se realiza allí todos los años, y por el cual desfilan las principales figuras del arco político.
El titular del Palacio de Hacienda llamó la atención por un detalle: en la solapa llevaba un pin con las banderas entrelazadas de la Argentina y Estados Unidos.
Lo llamativo no se queda solamente ahí: Caputo concurrió a la reunión un 12 de marzo, Día del Escudo Nacional en la Argentina. Y es funcionario de un estado soberano, con lo que la manifestación explícita de las relaciones estrechas (o carnales) en forma de pin no sería una idea acertada.
Los pines a modo de escarapela con las banderas de los países se impusieron en las últimas décadas entre los jefes de Estado. George W. Bush, presidente estadounidense entre 2001 y 2009 se mostró siempre con la bandera de su país en la solapa. La moda se la copiaron su sucesores Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden.
En los países de América Latina hubo quienes siguieron esa costumbre, como Sebastián Piñera y Gabriel Boric en Chile. y el brasileño Jair Bolsonaro.
Sin embargo, cuesta hallar un antecedente de un funcionario público con una bandera de otro país, por más que el gesto de Caputo tratara de ser amistoso hacia sus anfitriones.
Cuando en 1933 Julio Roca (h) firmo con Walter Runciman el pacto que hizo reingresar a la Argentina al mercado mundial en condiciones absolutamente desventajosas, afirmó que el país, "por su interdependencia recíproca es, desde el punto de vista económico, una parte integrante del Imperio Británico". Que se sepa, no llevaba una bandera británica en la solapa.