En medio de la escalada de violencia que mantiene en alerta a la ciudad, y tras los anuncios de las autoridades nacionales en Rosario, la ciudad comienza a retomar de a poco su ritmo normal. Este martes a la tarde los choferes de colectivo volvieron a prestar el servicio, luego de despedir a Marcos Deloia, el trabajador baleado de la línea K que murió el último domingo, después de permanecer en estado crítico durante tres días. Mientras, los taxis siguen sin salir a la calle de noche y las estaciones de servicio evalúan atender por turnos. En tanto, los hospitales y centros de salud, que permanecían con guardias mínimas, retoman sus actividades este miércoles, al igual que las escuelas públicas que decidieron parar el martes por no estar garantizada la seguridad en las aulas. “Tratamos de ir normalizando la actividad de la ciudad con la prudencia del caso, porque amenazas como las que hemos vivido en este tiempo, yo no recuerdo que se hayan vivido en la Argentina”, evaluó el intendente Pablo Javkin. Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad de la provincia, Pablo Cococcioni, descartó la posibilidad de que haya un toque de queda nocturno, aunque advirtió que habrá controles más estrictos. En ese marco, el gobernador Maximiliano Pullaro apoyó la iniciativa de Javier Milei de enviar al Congreso un proyecto de reforma de la ley de Seguridad Interior, para que las Fuerzas Armadas puedan tener funciones "adicionales", y lo justificó en la condición de "terroristas" de las bandas criminales que actúan en Rosario (ver aparte).
Cuando la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, arribó a la ciudad el lunes junto a su par de Defensa, Luis Petri, la ciudad estaba semiparalizada, sin servicios de colectivos, sin servicio nocturno de taxis y con la mayoría de los sectores en estado de alerta. Era consecuencia de cuatro asesinatos aleatorios y la amenaza concreta de que el número iría creciendo. Los anuncios del gobierno nacional tuvieron poco de novedoso: 450 gendarmes para reforzar el patrullaje en las zonas más calientes de la ciudad y la llegada las Fuerzas Armadas para dar apoyo logístico, como medidas concretas.
En ese marco, la ciudad de a poco busca recuperar su ritmo. Este martes los choferes de colectivos retomaron el servicio por la tarde, luego de dar el último adiós a Marcos Deloia. El colectivero de 39 años fue atacado a disparos el pasado jueves en la zona oeste de la ciudad y falleció el domingo, luego de permanecer varios días en estado crítico. Los choferes despidieron a su compañero en las salas velatorias Caramuto y pasadas las 11 partió el cortejo fúnebre para cremar sus restos. Luego de cuatro días de paro, desde la UTA Rosario comunicaron la vuelta del servicio, que además funcionará con normalidad durante el miércoles y jueves en la ciudad, pese al paro dispuesto por el gremio a nivel nacional.
Por su parte, los taxistas mantienen restringido el servicio desde las 22 hasta las 6 de la mañana. Así lo dispusieron desde el lunes, luego de advertir que no estaba garantizada la seguridad de los trabajadores durante el horario nocturno. Las estaciones de servicios también permanecerán cerradas durante la noche, luego del asesinato del playero Bruno Bussanich, de 25 años, el pasado sábado. Desde entonces, el suministro de combustible es restringido durante la noche y la madrugada y desde el sector evalúan la posibilidad de implementar un sistema de turnos, como tienen las farmacias.
A su vez, las escuelas públicas vuelven a abrir sus puertas este miércoles. Desde el lunes, Amsafé Rosario dispuso un cese total de actividades sin asistencia a las escuelas que se extendió también durante el martes. Los docentes públicos decidieron retomar las clases este miércoles con normalidad. En el caso de las escuelas privadas, desde Sadop informaron que desde el martes permanecen abiertos los colegios. En lo que refiere a hospitales y centros de salud municipales, que permanecían con guardias mínimas, funcionarán desde este miércoles de 8 a 14. “Gradualmente retomarán su horario habitual”, informaron desde la Secretaría de Salud Pública.
Con prudencia
Tras los anuncios del gobierno nacional, este martes habló el intendente Pablo Javkin y adelantó que la intención es retomar todas las actividades de forma paulatina y con los resguardos que requiere el contexto. “Tratamos de ir normalizando la actividad de la ciudad con la prudencia del caso, porque amenazas como las que hemos vivido en este tiempo, yo no recuerdo que se haya vivido en la Argentina”, expresó y agregó: “Hasta no tener acomodado un despliegue como el que se está construyendo, a nuestro entender era importante ser prudentes”.
Para el mandatario local, los hechos traspasaron un límite en la ciudad y consideró que debe haber “una respuesta firme del Estado y una decisión política de no negociar” con las bandas criminales. “Evidentemente algunas de las medidas que se adoptaron, fundamentalmente sobre el sistema carcelario, ha alterado la forma en la que se generaron los negocios desde allí”, evaluó en declaraciones a LT8. “Lo que es nuevo es el nivel de acuerdo que presumen entre las bandas y la puntualización de los ataques con la amenaza explícita”, añadió.
Asimismo, consideró que se trata del momento más crítico que le tocó gestionar y remarcó que debe haber una respuesta del Estado en todos sus niveles: “No podemos aflojar. Pero eso implica ser efectivos en la respuesta y la protección de la ciudadanía. Por eso había que tener alguna prudencia en relación a la normalización de la actividad, porque obviamente no podemos desconocer el nivel de agresión”.
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, informó que se viene aumentando la cantidad de móviles y efectivos destinados a patrullaje. En ese sentido comentó que durante la noche del lunes se dieron dos situaciones “que fueron detenidas por la oportuna actuación de la policía”. Uno de los hechos fue una presunta amenaza por parte de un motociclista a un camión de recolección de basura que los trabajadores denunciaron ante la policía, pero que no se tradujo en un ataque. El otro hecho fue una supuesta amenaza contra una vivienda, de la que no se informaron más detalles.
“El patrullaje es un elemento para hacer, junto a otros como la investigación criminal. En estos días se han hecho allanamientos. Hay que llegar hasta el fondo y desmantelar esta trama criminal que hoy nos aqueja”, evaluó el funcionario en declaraciones a Radio 2. En esa línea, Cococcioni destacó como “favorable” que las autoridades nacionales hayan tomado nota de la situación en Rosario y propongan “un trabajo en conjunto” contra el delito. “Vemos que hay un compromiso en ayudar a la provincia de Santa Fe”, aseguró.
Por último, el ministro descartó que se ponga en marcha un toque de queda en la ciudad, aunque sí advirtió que se harán controles más estrictos durante la noche. “De ninguna manera habrá cierre de actividades nocturnas, pero no vamos a empujar a que abran si ellos sienten que no están dadas las condiciones de seguridad para hacerlo”, indicó. “Tomaremos una serie de medidas que buscan usar al máximo los mecanismos legales existentes para reforzar la seguridad en la vía pública, pero por supuesto esto no implica ninguna restricción para los ciudadanos”, explicó.