El gobierno de Salta le solicitó a la Nación que gestione el abastecimiento de gas para este invierno para la provincia y la región después de que el gobierno de Javier Milei informara que no se llegará a finalizar la obra de reversión del Gasoducto Norte para junio de este año.
Esta obra iba a permitir el traslado del gas desde Vaca Muerta (Neuquen) a las industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Sin la obra terminada el gas tendría que pedirse a Chile, Brasil o Bolivia, este último país ya informó que no podrá seguir proveyendo este combustible.
El ministro de Gobierno, Derechos Humanos, Trabajo y Justicia de Salta, Ricardo Villada, afirmó que en la provincia preocupa que no se pueda trasladar el gas de Vaca Muerta a las regiones del centro y norte argentino para este invierno. La reversión del Gasoducto Norte es una obra complementaria al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, facilitando que el gas del sur sea llevado con menos costos y mayor afluencia a las provincias del centro y norte del país.
Si bien Villada remarcó que la Nación "ya anunció que no se van a hacer las obras de la reversión", lo que para el gobierno de Gustavo Sáenz representa un "problema muy grande", lo cierto es que la gestión de Milei "reculó" en su decisión a fines de enero, cuando optó por reactivar la obra que se inició en la gestión de Alberto Fernández y Sergio Massa. Aún así, el ministro de Gobierno dijo que esperan que "las autoridades nacionales, habiendo tomado la decisión de no terminar la obra, se acuerden que los salteños lo necesitamos, sobre todo, porque durante mucho tiempo le hemos dado gas a todo el país".
Ya el gobernador Sáenz se refirió al gasoducto en la apertura de la Asamblea Legislativa, el pasado 1 de marzo. Allí el mandatario destacó que “es fundamental para nuestro desarrollo que la Nación dé continuidad a obras iniciadas y comprometidas como el Gasoducto Norte, que los argentinos de la región necesitan para calefaccionar sus casas en invierno y las empresas para seguir produciendo”.
Desde el gobierno salteño ven factible que ante la ausencia del gasoducto se tenga que solicitar el suministro de ese hidrocarburo a los países limítrofes de Chile, Brasil y Bolivia, logrando que en el corto plazo se garantice el abastecimiento para los domicilios e industrias. No obstante, la preocupación se acrecenta al saber que el Estado Plurinacional de Bolivia decidió reducir los envíos del hidrocarburo hacia Argentina para este invierno después de que se declinara la producción de gas en los campos ubicados en el sur del vecino país.
Se avanza, pero no se llega
En tanto, desde Energía Argentina (Enarsa), la empresa privada perteneciente al Estado nacional, se informó el 5 de marzo que las obras del Gasoducto Norte avanzan con la llegada de los primeros camiones con caños para su acopio en la provincia de Córdoba, mientras que en paralelo comenzaron a montarse los obradores y campamentos. La entidad comunicó que se realizarán 2.500 viajes para transportar unos 10 mil años para el Gasoducto de Integración Federal Tío Pujio-La Carlota, una de las obras que forman parte del proyecto, junto con la reversión de 4 plantas compresoras y la construcción de un loop (tendido paralelo) al Gasoducto Norte.
El gasoducto está conformado por tres obras diferentes que incluyen la construcción de un gasoducto entre Tío Pujio-La Carlota en Córdoba (en cercanías de Villa María) que consiste en 122 kilómetros, dos ampliaciones sobre el Gasoducto Norte (62 kilómetros) y la reversión del sentido de inyección de gas en las cuatro plantas compresoras existentes: Ferreyra y Dean Funes (Córdoba), Lavalle (Santiago del Estero) y Lumbreras (Salta).
Enarsa sostuvo además que la finalización de esta obra permitirá la generación de energía eléctrica, la conexión de nuevos hogares y el desarrollo a escala de nuevas actividades industriales, especialmente la minería de litio. Asimismo, con esta obra se iba a lograr un importante ahorro de divisas sumado a que se podría exportar gas a países de la región.
Toda la obra del Gasoducto del Norte es calificada en el mercado como “barata y simple” de hacer, aunque con impactos económicos fundamentales. Tiene un costo final de 710 millones de dólares, de los cuales más del 75% lo cubre la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) con un préstamo que ya fue aprobado. El gobierno nacional ya cuenta con 540 millones de dólares de ese préstamo, quedando por cubrir sólo 170 millones de dólares. Precisamente, el mayoritario aporte internacional fue crucial para que la gestión de Milei definiera continuar con las obras.
Ese préstamo se dio un año atrás (el 7 de marzo de 2023), cuando la CAF informó que en su 177° reunión de directorio se aprobaron dos préstamos por un total de 840 millones de dólares para Argentina, que iban a ser destinados para financiar el proyecto de Reversión del Gasoducto Norte y el Programa para la Promoción del Modelo Social de la Discapacidad.