Un fantasma recorre Mar del Plata y es el de la apertura de importación de alimentos. El ejecutivo que comanda Javier Milei considera la opción de importar los productos que componen la canasta básica como una manera de ponerle tope el aumento descontrolado de los precios y las repercusiones no demoraron en hacerse oír. La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) mostró preocupación por las medidas anunciadas el pasado martes y aseguró que en esa ciudad balnearia, donde la industria alimenticia es un elemento clave de la economía local, la apertura de importaciones sería "un bombazo".
Además de incorporar productos importados a las góndolas, otra de las
estrategias gubernamentales para el descenso de la inflación es, en
diálogo con los empresarios vinculados al comercio, apostar al
"sinceramiento de precios" con la eliminación de las promociones de dos
productos por el precio de uno o tres pagando dos unidades. ¿El motivo? Que
la variación pueda ser captada por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (Indec) mediante la aplicación de descuentos por
unidad.
La palabra de las pymes
En conversación con el portal marplatense 0223, el titular de Apyme, Gustavo Casciotti, dijo que "estamos frente a mecanismos de comercialización históricos que, en el mejor de los casos, implican el reconocimiento de la caída del consumo" y agregó que "muchos supermercados utilizan este tipo de promociones para hacer caja, rematar stock y sortear el vencimiento de productos que tienen en depósito".
Sobre la posibilidad de abrir las fronteras para el ingreso de productos de la canasta básica, Casciotti aseguró que "el Gobierno, a partir de no poder lograr un acuerdo para bajar los precios, para disciplinar a las grandes corporaciones ofrece la estrategia de importar productos". En esa línea, el vaticinio del empresario es pesimista y augura un futuro de dificultades para el sector en el municipio de General Pueyrredón donde se elaboran productos alimenticios que van desde los más tradicionales como helados y alfajores hasta los snacks, panificados, mermeladas y café.
Jaque mate a la producción
El empresario destacó además que la situación que están atravesando las pymes es muy delicada y que estas medidas sólo empeorarán la situación actual. "Las ventas han caído entre un 30 y 60%, padeciendo el aumento de costos con una inflación que acumula un 62%", dijo. Y agregó que abrir las fronteras de modo irrestricto, con un ingreso de productos "a mansalva" pondría en una situación de "jaque mate" a las pymes del sector porque equivaldría a menor consumo y todavía menos producción que la actual: "Va a fulminar nuestra industria", vaticinó.
Respecto del empleo, el titular de Apyme fue categórico al señalar que en caso de reducirse la producción, el efecto inmediato será una "una catarata de despidos". Aseguró que esa es la razón por la que "en varias empresas están anticipando vacaciones, otorgando licencias o con despidos a goteo. Esto implica que muchas pymes industriales van a cerrar las persianas".
Y no se limitó a los productos manufacturados, también incluyó los vegetales: "Empecemos a pensar que impacto va a tener el ingreso de frutas o verduras para nuestro cordón frutihortícola. Empecemos a pensar que impacto va a tener el ingreso de productos como galletitas, mermeladas o fideos que se elaboran en Mar del Plata. Tiene un impacto macro en el país, pero en nuestra ciudad puede tener un efecto letal", advirtió.
Entre los impuestos y las tarifas
De acuerdo a la información difundida, los productos importados estarán eximidos de pagar el IVA y el impuesto a las ganancias a las importaciones, mientras que los costos de la producción local deberán sumar a su estructura actual los aumentos previstos en materia de energía tras la desregulación y la eliminación de subsidios, un escenario catastrófico para empresarios, trabajadores e incluso consumidores.
Por su parte, Casciotti aseguró que desde el gobierno nacional se impulsa una competencia desleal dentro de la industria alimenticia porque "lo que va a tener que pagar una empresa local no va a permitir competir con ningún producto que entre de afuera de forma subsidiada".
El titular de Apyme mostró poca confianza en la estrategia libertaria para el control de la inflación y vaticinó que la estrategia no logrará una baja real en los precios y que aseguró que los consumidores terminarán pagando lo mismo. "Esta medida implica una contradicción con algunos argumentos del Gobierno que hace creer que el pilar fundamental es el combate de la emisión monetaria que se usa para cubrir el déficit", aseguró y concluyó que "con esta jugada, parece que hay un reconocimiento a que los grandes jugadores aumentan los precios independientemente de la estructura de costos".