Javier Milei dio una larga serie de entrevistas en los últimos días en las que, además de intentar atajar su autoaumento de sueldo, buscó convertir la situación de seguridad en Rosario en un tema provincial y que es culpa de los gobernadores. Concretamente, le apuntó al "narcosocialismo" y culpó a los santafesinos por sus opciones electorales. Se trata de varios gobiernos donde los socialistas gestionaron en alianza con la UCR. El actual gobernador, de extracción radical, Maximiliano Pullaro, no le respondió directamente, pero obtuvo con velocidad un respaldo de todos los otros gobernadores que remarcaron que la situación con el narcotráfico y los sicarios en Rosario es una cuestión "federal" y que así debe ser abordada.
Entre los gobernadores no cayó nada bien el intento de autoaumento salarial de Milei, ni mucho menos la serie de intentos de atribuirle la responsabilidad de lo que firmó a otra persona (primero, a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego a su secretario de Trabajo, Omar Yasín, a quien echó por televisión). No obstante, los gobernadores frenaron la escalada confrontativa de antes del 1 de marzo y siguen con la idea de negociar con Milei. De hecho fueron centrales para evitarle un mal momento en el Congreso con el tratamiento de las jubilaciones y vienen buscando poner en pausa en tratamiento del MegaDNU.
Narcosocialismo
Milei respondió a su crisis gubernamental con las herramientas que más conoce: se paseó por los canales de televisión como un panelista más. Además de atajar la cuestión de su salario, se dedicó a culpar a otros de la situación que enfrente en Santa Fe. Milei dijo que el problema es del "narcosocialismo". "Entendamos que no es un problema de hoy, es un problema que se generó con el narcosocialismo, iniciado con (Hermes) Binner y con (Antonio) Bonfatti. Poner socialistas en el Gobierno no es gratis. No sólo destruyen la economía, destruyen todo lo que tocan", afirmó Milei, que de esta forma no solo responsabilizó a los gobiernos socialistas en Santa Fe (que tuvieron como aliados a la UCR), sino que también culpó a los santafesinos por elegirlos de la situación actual. En suma: los santafesinos son los responsables del narcotráfico por haber votado a un partido que Milei desprecia. "Esto para entender quiénes son los responsables del desastre que tiene hoy Rosario", destacó el Presidente.
A su vez, Milei aseguró que "Santa Fe es el tercer lugar de la Argentina donde tenemos mayor despliegue de fuerzas federales: está actuando Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Policía de Seguridad Aeroportuaria, está la Policía Federal, además ampliamos las zonas de intensificación a ocho". Y señaló que su sueño es sumar a las Fuerzas Armadas. Indicó que por ahora el Ejército hará "tareas de asistencia". "Acabamos de armar una ley con el ministro (Luis) Petri y la ministra (Patricia) Bullrich para ampliar las facultades que pueden tener las Fuerzas Armadas en el caso de narcoterrorismo", afirmó. El término no es casual: Bullrich busca que se comience a usar la Ley antiterrorista contra los narcos.
No confirmó si él irá a Rosario en el futuro inmediato: "En caso de que amerite mi presencia en Rosario, yo voy a estar donde los argentinos lo necesiten", respondió. Bullrich salió a su rescate: "El Presidente no se moviliza a ningún lugar donde su seguridad no esté garantizada". ¿Significa que la seguridad presidencial no puede garantizar su presencia en Rosario? ¿Ayuda o salvavidas de plomo?
De paso, Milei le facturó al socialismo que no haya acompañado el proyecto de ley ómnibus en su primer intento de pasar por Diputados: "Los socialistas votaron a favor de los delincuentes", afirmó. Y terminó diciendo que el problema es de la provincia y que la Nación solo colabora.
Respuesta de las provincias
En respuesta a los dichos de Milei, los gobernadores de todas las provincias respaldaron a Pullaro y le remarcaron a Milei que el narcotráfico es un problema federal que no puede provincializar para desentenderse. Aclararon que es así "no porque no corresponda a una provincia sino porque es un problema de todos".
"En mayor o menor medida la Nación en su conjunto está afectada por este fenómeno que está mostrando en Rosario su faceta más violenta", le indicaron. Y destacaron que los narcos "no reconocen límites ni fronteras" y que "afecta a todas las jurisdicciones". Y destacaron que el presidente debe estar "a la altura de lo que está en juego", al tiempo que respaldaron todos (los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno) a Pullaro.
En tanto, la vicegobernadora Gisela Scaglia, que pertenece al PRO, no dejó de diferenciarse de la palabra de Milei contra los socialistas: "No puedo avalar esa declaración del Presidente. Me parece que se equivoca. Son declaraciones que no ayudan en nada. Le recomendaría que sea más cuidadoso".
En tanto, los gobernadores no se mostraron contrarios a las medidas de seguridad que quiera tomar Milei: “Apoyamos las acciones destinadas a fortalecer tanto la operatividad de las fuerzas de seguridad como la persecución penal del narcotráfico y el terrorismo que vienen llevando adelante los gobiernos provincial y nacional”.
Pullaro, en tanto, se preservó de entrar en un conflicto con el presidente. Sostuvo que coincide con que lo ocurrido son “ataques terroristas”. “Por lo que me decían están discutiendo un artículo de la Ley de Seguridad Interior. Yo creo que nosotros sí necesitamos una presencia policial muy fuerte. Y si es militar acompañando las tareas de prevención urbana también, porque lo que estamos viviendo son hechos de terrorismo y se tipifican de esta manera. El objetivo es quebrar decisiones de los gobiernos constitucionales a través de sembrar el terror y nosotros nos vamos a mantener firmes”, consideró el gobernador de Santa Fe, quien sostuvo que los soldados deberían recibir entrenamiento adicional antes de patrullar las calles de Rosario.