El Ministerio de Salud Pública de Salta dispuso por memorándum que ante el aumento exponencial de infecciones transmitidas por el mosquito aedes aegypti, se suspenden las cirugías sin urgencias para priorizar las internaciones por dengue o chicunguña.
El anuncio fue realizado ayer por el secretario de Salud de la provincia, Martín Monerris, y la jefa del programa de Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud, Paula Herrera.
La medida -que no incluye urgencias o intervenciones necesarias para personas con patologías diversas-, empezó a correr desde ayer. Fue determinada ante el exponencial aumento de casos semana a semana, ya que de 1277 casos acumulados en la semana epidemiológica 9 de este año, se pasó a 2340 en la semana 10. La diferencia representa un aumento del 83 por ciento de una semana a otra.
“Es distinto tener 3 mil casos a 10 mil casos”, dijo Monerris al explicar la preocupación por la necesidad de camas. Y es que si bien con el actual número de casos, solo hay 39 personas internadas en toda la provincia, un incremento de diagnósticos generará una demanda mayor de lugares para hospitalizaciones. En Capital hay 20 personas internadas y 19 en todo el interior.
Una de las estrategias decididas por la cartera sanitaria fue la necesaria redistribución del personal de Salud y que los médicos clínicos salgan de los hospitales base para atender en los Centros de Salud. La cartera sanitaria también insistió en que toda persona que tenga algún síntoma agudizado, como el dolor en el cuerpo, debe consultar a un médico de cabecera o asistir a los Centros de Salud más cercanos.
Entre los síntomas de la enfermedad se encuentran: fiebre alta (entre 39 y 40 °C), dolor de cabeza, dolor de cuerpo y en las articulaciones, cansancio, dolor detrás de los ojos y erupciones cutáneas, y debilidad.
Por el momento el departamento más complicado por cantidad de casos y densidad poblacional es Anta, seguido por Metán. En el norte, siempre asediado por la infección endémica en Orán, Rivadavia y San Martín, la cantidad de casos es mucho menor a otros años y por debajo de otros departamentos.
Una de las explicaciones que brindó Herrera es que las personas de estos lugares ya se encuentran inmunizadas, dado que los serotipos que circulan actualmente son el DEN 1 y el DEN 2, que ya circularon en la provincia con anterioridad. Y estos serotipos solo pueden afectar a la persona una única vez.
Cuidado individual
El dengue “no es un problema de salud pública, sino de toda la ciudadanía y hay que hacer hincapié en las medidas” que se puedan tomar en lo personal, dijo Monerris.
Entre esas medidas apuntó a la práctica del descacharrado (evitar que queden elementos que junten agua porque favorecen la propagación de larvas y del mosquito), además del uso de ropa larga y de repelente para evitar las picaduras.
Otra estrategia apunta a la vacunación para evitar la internación o agravamiento de los casos. “La vacuna ahora (se) está (aplicando) en Anta, Rosario de la Frontera y Metán, y ya se están ofreciendo a pacientes de entre 25 y 38 años que son los que más sufrieron las epidemias pasadas”, dijo Monerris. Indicó que los operadores de salud privados “ya cuenta(n) con las vacunas”, y que la provincia garantizará la inmunización a “pacientes carenciados”.