Mientras el Gobierno avanza en una
nueva fórmula para definir la actualización de las jubilaciones, y
en medio del ataque público del presidente Javier Milei a los
adultos mayores que se jubilaron a través de moratorias y perciben
la mínima, expertos advierten que si no se otorga un aumento en
línea con la inflación del primer trimestre, se agudizará la caída
del poder adquisitivo en uno de los sectores más golpeados.
Para el economista Nadín Argañaraz, presidente de Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en los últimos seis años las jubilaciones sufrieron un feroz desplome, en primer lugar por la fórmula jubilatoria aprobada por el Congreso en 2017 e impulsada por Mauricio Macri, que ataba los aumentos a un promedio entre la recaudación de la ANSES y la inflación; y luego en la gestión de Alberto Fernández, que en 2021 modificó el cálculo para contemplar la evolución de los salarios y la recaudación de ANSES, sin tomar como referencia la inflación.
“Un jubilado que cobra la mínima y
cobra bonos – dijo Argañaraz en declaraciones a la radio AM750 –
ha perdido 9,4 haberes en poder adquisitivo en los últimos seis
años”. Para el experto, quienes tienen haberes superiores y no
perciben bonos, la caída fue mayor: 13 haberes. “Esto ocurrió
entre 2018 y 2023. Si nos centramos en el primer trimestre de 2024,
la pérdida fue del 28 % y quienes no cobran bonos perderán 42 % del
poder adquisitivo”, resaltó el economista.
El gobierno de Milei busca modificar
nuevamente la fórmula con la que se calculan los aumentos
jubilatorios y según adelantó el ministro de Interior, Guillermo
Francos, se estudia que los incrementos sean en línea con la
inflación a partir de abril más un 10 por ciento extra, con una
inflación que en los primeros dos meses del año acumula un 33,8 % y
se espera que en marzo el dato sea superior al 13,2 % de febrero.
Para Argañaraz, “con esta realidad
obviamente sería muy importante una definición y una aplicación
rápida” porque “con estos números queda en evidencia que es muy
grande la pérdida” de poder adquisitivo. “Si el aumento es en
línea con la inflación, con dos meses de atraso, más una
compensación de 10 %, es posible que un jubilado con la mínima que
cobra bonos termine el año perdiendo 10 % de poder adquisitivo.
Sería el séptimo año de pérdida. Y quienes no cobren bono,
perderían un 25 %, alertó.
En este sentido, remarcó que “para
que el jubilado con la mínima no pierda en 2024, en abril habría
que otorgar un aumento del 25 por ciento más la inflación de
febrero”, y luego aumentos atados a la inflación, que el gobierno
proyecta en franco descenso y busca que a partir de junio sea de un
dígito, en un contexto de feroz recesión, desplome de la actividad,
despidos, cierre de empresas y salarios y jubilaciones que han sido
licuadas. “Si no se diera así, habrá un nuevo año de pérdida”,
lamentó.
Los jubilados, bajo el filo de la motosierra de Milei
Las jubilaciones y las prestaciones del PAMI son los dos rubros con mayor caída en el gasto público ejecutado por el gobierno de Javier Milei en los dos primeros meses del año. Según un informe privado, ambos suman el 43 por ciento del total del gasto devengado de la administración nacional. El Presidente había apuntado contra los adultos mayores y justificó los recortes cuando los calificó como "el segmento etario que menos pobres tiene en Argentina".
En otros términos, la cifra total de ese recorte de la motosierra libertaria en ambos rubros es equivalente a 1.682.000 millones de pesos. Le siguieron las universidades, las asignaciones familiares y las transferencias a las provincias.
Los números surgen de un informe realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que reveló que “el gasto primario devengado de la Administración Nacional fue de 4.070.000 millones” solo en febrero.
En relación con la inflación de los últimos dos meses, el gasto del Estado “habría bajado un 36,4 en términos reales respecto al mismo mes del año pasado”; la mayor a las registradas en los dos últimos meses.