El presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), Román Queiroz, advirtió por AM750 sobre la crisis que atraviesa el sector y aseguró que el fin de la obra pública y las políticas de incentivo del consumo pusieron en jaque a un parte importante de las empresas productoras.

El 97 por ciento de las industrias que componen Faima son pymes. Por ahora la industria cayó. Hay un sector, un rubro, que depende muchísimo de la obra pública. Toda obra lleva madera. El 70 por ciento del mercado interno, va para obra pública”, señaló.

Naturalmente, las ventas se desplomaron luego de que, a horas de asumir, el Gobierno de Javier Milei levantara la pancarta de que “no hay plata” y le pusiera fin a todas las obras nacionales en el país. Las que siguen en pie, en la mayoría de los casos, son con financiamiento provincial.

Pero esto no es todo, porque las políticas de ajuste y la pulverización de los ingresos de la sociedad también pegaron de lleno en el sector: “Está todo el sector del mueble, que está con problemas muy grandes, porque se acabó el Ahora 12”.

“Era un ciclo virtuoso. El mueble argentino se favoreció muchísimo con esta política de consumo para la clase media baja y media. Era realmente algo muy bueno como plan de consumo. Ahora, no sé quién tiene dinero para ir a comprar un mueble. La preocupación que tiene hoy el asalariado es otra”, añadió.

En todo este contexto, Querioz relató una complicación adicional, y dijo que Faima, que forma parte de la Unión Industrial Argentina (UIA), no se siente representada por la organización empresarial, ya que no hacen eco a los reclamos de las pequeñas y medianas empresas.

“Hubo una discusión esta semana en la que las pymes no nos sentimos representadas por esta UIA. Porque cuando hay una dificultad, no salen a reclamar como corresponde, pero sí lo hacen cuando algo afecta a las grandes empresas”, finalizó.