A dos años de la toma de posesión de la presidenta hondureña Iris Xiomara Castro, el gobierno socialista de la compañera de Manuel “Mel” Zelaya Rosales -quien sufriera el Golpe de Estado en 2009- le ha dado un drástico giro a las políticas neoliberales implementadas por quien la precedió en el poder, Juan Orlando Hernández, condenado hace una semana en Estados Unidos por conspirar para importar más de 500 toneladas de cocaína.
Titánica tarea tuvo que asumir la primera mujer en la historia en presidir las riendas de la saqueada nación, la segunda más empobrecida del continente después de Haití, y de donde comenzaron a huir las caravanas migrantes cuando la falta de oportunidades, la violencia, o las inclemencias climáticas hicieron insostenible vivir con dignidad en el país centroamericano.
Habiendo pasado la mitad de gestión, Castro intenta ascender al país del infierno al purgatorio -Néstor Kirchner dixit- con un Estado presente y con el gabinete más joven de América Latina, producto de la mezcla entre antiguos funcionarios de Zelaya y los que comenzaron su militancia en las calles durante la resistencia al Golpe.
Subsidios
En un contexto planetario donde el mundo se cae a pedazos, la presidenta ha decidido subsidiar la gasolina, el gasoil y la electricidad para amortiguar el impacto de su precio internacional sobre la canasta básica, a pesar de haber recibido una economía quebrada.
En ese sentido, ha sido vital abrir líneas de financiación por fuera de las preexistentes con el Fondo Monetario Internacional. La integración al Banco Interamericano de Desarrollo y el Caribe CAF y la buena relación con la Unión Europea y los países asiáticos le ha permitido sumar recursos para invertir en sus políticas públicas.
A nivel geopolítico, entablar relaciones diplomáticas y comerciales con China (en detrimento de su vínculo con Taiwán) ha sido además un golpe sobre la ya decadente hegemonía estadounidense. Sobretodo, considerando que Centroamérica siempre fue el patio trasero de Washington y Honduras su epicentro en la región.
Los medios locales y cierto empresariado pusieron el grito en el cielo, argumentando que el comunismo aislaría a Honduras y frenaría todo tipo de inversión, pero ni el propio gobierno norteamericano sostiene ese discurso de la guerra fría, siendo China y Estados Unidos enormes socios comerciales entre sí.
Justicia tributaria
La verdadera razón del enojo con la presidenta Castro reside en su voluntad de sancionar la Ley de Justicia Tributaria, con la que busca que quienes más producen, más paguen. Honduras pierde en exenciones impositivas alrededor del seis por ciento del PBI -una de las tasas más altas del continente-, y estuvo a punto de ser declarado paraíso fiscal.
En el plano internacional, Castro ha asumido la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, del Sistema de la Integración Centroamericana SICA y de la Coalición de Naciones con Bosques Tropicales LEAF, desde las que busca reposicionar al país en el llamado concierto de las naciones, después de que su imagen se viera tan deteriorada por las fundadas denuncias por narcotráfico al gobierno anterior.
Renovación en el Poder Judicial
Con el apoyo de Castro un nuevo Fiscal General está desempolvando antiguas denuncias archivadas y abriendo nuevas líneas de investigación contra políticos y empresarios corruptos que han sido responsables o cómplices del saqueo sistemático que se produjo para -entre otros fines- financiar las campañas de 2013 y 2017 del Partido Nacional. La renovación de Poder Judicial se completó con una nueva Corte Suprema de perfil centroizquierda: por ley en Honduras la Corte y la Fiscalía General cambian cada cinco años.
Además, se ha buscado limpiar a las fuerzas policiales y militares, con énfasis en materia de derechos humanos. Pero para bajar los índices de criminalidad, también se le ha apostado al deporte como forma de inclusión social, invirtiendo en construir y restaurar centros deportivos en todo el territorio.
Infraestructura
El fomento a la infraestructura ha sido un pilar clave para generar empleo, mover la microeconomía y modernizar al país. Nunca en la historia de Honduras se habían asfaltado tantas carreteras. No solo las arterias principales, sino también caminos que en épocas de lluvias quedaban intransitables, aislando comunidades y haciéndole más difícil a los pobladores vender sus cosechas. Además se han lanzado bonos ganaderos para fomentar la producción agrícola en un país que tiene que comprar alimentos.
Por otro lado, se planea construir un tren interoceánico que conecte los puertos del Caribe con el del Pacífico para movilizar mercadería de manera más eficiente. A eso se le suma la reparación de los aeropuertos de San Pedro Sula -el polo económico del país-, de La Ceiba y de Roatán -la isla con mayor afluencia de turistas-. Y el gobierno está recuperando la administración del aeropuerto de Tegucigalpa, que estaba en manos privadas y solo se usaba para vueltos de cabotaje.
8M
En cuanto a los derechos de las mujeres, existía una gran esperanza en que mejorara la situación con el gobierno de Castro, a pesar de que Honduras es un país conservador donde las religiones tienen un peso enorme en la opinión pública. El 8M pasado se volvió a legalizar la pastilla anticonceptiva de emergencia, prohibida después del golpe, y este 8M el Congreso aprobó la Ley de Casas Refugio para sobrevivientes de violencia. Sin embargo los diputados hombres no dieron quórum para otras demandas feministas.
La presidenta afirmó que el 2024 sería el año de la salud y la educación, dos pilares del autodenominado “gobierno socialista y solidario”. A nivel sanitario, se anunció la construcción de ocho hospitales distribuidos a lo largo del país. Tres de ellos ya están en proceso y se espera su inauguración para el próximo año. También se proyecta crear un laboratorio de remedios para no depender exclusivamente de la importación.
A nivel educativo, se han restaurado muchísimas escuelas públicas que se encontraban al borde del abandono y se ha creado un programa de becas para todas las etapas formativas. Para fomentar la presencialidad escolar se ha lanzado una campaña de alimentación que cubre casi el 97% de los centros educativos. La campaña ha sido reconocida internacionalmente en un país donde la falta de recursos impide la escolaridad de un gran sector de la niñez.
El futuro
En Honduras la reelección está prohibida, más allá de que el ex presidente narco Hernández la haya conseguido con fraude en 2017. Para transparentar los comicios del próximo año, la mandataria Castro ya avisó que quien se quisiera candidatear dentro de su Partido Libre, tendría que renunciar a su cargo como funcionario para no aprovecharse del aparato estatal.
La iniciativa la tomó la ahora ex ministra de Finanzas, Rixi Moncada, un cuadro que acompañó a Zelaya desde su gestión y quien tiene el apoyo de la familia. Pero para que la primera mujer mandataria del país le ponga la banda presidencial a otra mujer, aún restan meses -las internas son en un año exacto- donde la buena gestión del gobierno de Castro será la mejor propaganda posible, aún cuando del infierno no se sale de un día para el otro.