El rechazo al mega DNU en el Senado hizo estallar la interna del radicalismo y expuso las profundas diferencias que existen entre críticos y colaboracionistas del gobierno ultraderechista de Javier Milei. El senador porteño y presidente del Comité Nacional de la UCR, Martín Lousteau, fue uno de los que votó en contra del DNU 70/2023 que calificó como “inconstitucional”, pero solo logró que un solo correligionario de su bloque lo acompañara en su postura en el recinto, otros 10 votaron a favor del decreto de Milei y uno se abstuvo. Del otro lado de la grieta radical, los colaboracionistas criticaron duro su postura a través de un comunicado que firmaron cuatro de los cinco gobernadores radicales --Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco), Carlos Sadir (Jujuy) y Alfredo Cornejo (Mendoza)-- y los jefes de bancada en ambas cámaras legislativas del Congreso –Rodrigo de Loredo (Diputados) y Eduardo Vischi (Senado)--, donde se mostraron dispuestos “a contribuir con las herramientas justas y necesarias que el Gobierno necesita para avanzar en su plan de gestión”. Solo la Juventud Radical respaldó al presidente partidario.

Tras la derrota libertaria en el Senado, Lousteau salió al cruce de las críticas de propios y extraños en un raid mediático ante cualquier cámara o micrófono que se le cruzara. “El decreto es inconstitucional de arriba para abajo, ni siquiera los propios considerandos del decreto explican cuál es la necesidad o la urgencia”, señaló Lousteau en varias de las entrevistas. También recordó que "apenas Milei mandó el DNU, el partido radical dijo ‘mande una ley espejo porque esto no puede ser aprobado así’. Como Milei no la mandó, dos radicales, Carolina Losada en el Senado y Martín Tetaz en Diputados, mandaron ellos una ley espejo para que se pueda votar por parte". Luego apuntó que "hay presentados proyectos de ley de casi todas las cosas que tiene el DNU, pero tampoco quieren tratar las leyes”.

El senador no olvidó las diferencias internas: “Una cosa es la postura que tienen los radicales puertas adentro y otra cosa es cuando van y votan. Puertas adentro, todos o casi todos dicen que es inconstitucional y que es una barbaridad. Y después votan distinto. Algunos porque genuinamente habrán cambiado de posición, otros por conveniencia y otros por temor, porque este es un Gobierno que amedrenta, que amenaza, que infunde temor”, advirtió el presidente de la UCR.

“Cada dirigente tiene que hacerse cargo”, insistió Lousteau aunque advirtió que “si un dirigente tiene miedo por lo que después le digan en un tuit, en la calle o en un medio afín (al Gobierno), después cómo proponen que hay que cambiar la Argentina con los debates que realmente hay que dar”. “¿Cuántos radicales han escuchado ustedes llenarse la boca con el estado de derecho, la república y la institucionalidad? ¿Y a muchos del PRO que dicen que eso es fundamental para el desarrollo? Ahora resulta que no", preguntó y respondió como reclamo.

Lousteau hizo propia la aspiración política de volver a enarbolar las banderas y “los principios históricos” del partido. Lo plasmó en un documento del Comité Nacional y la Convención de la UCR donde insta a sus senadores y diputados a votar las iniciativas que “cumplan con apego absoluto a la letra y el espíritu de la Constitución”; por una “recomposición de las jubilaciones”; “aseguren las autonomías provinciales”; “defiendan la educación pública, laica, gratuita y de calidad en todos los niveles”; y que “promuevan el trabajo formal y que reduzcan la incertidumbre de las pymes con seguridad jurídica para empleadores y empleados”. Pero la respuesta de sus correligionarios fue dejarlo casi en soledad en el Senado contra el DNU de Milei.

Solo la Juventud Radical salió a respaldar a Lousteau. "Reformas sí, pero a no a través de un DNU inconstitucional", sostuvieron. También buscaron despegar al jefe de la UCR de las críticas por haber “votado junto al kirchnerismo”. Somos parte de un partido esencialmente reformista que está dispuesto a debatir los cambios que el país requiere, pero debemos hacerlo responsablemente y no con un mega decreto que extorsiona y ata de manos a los legisladores, pretendiendo llevar al Congreso y al país a una lógica del todo o nada, continuando así el camino que inició el kirchnerismo y que nos llevó a la situación en la que nos encontramos", sostuvo la Juventud Radical que a nivel nacional preside Adriano Morone.

Colaboracionistas

Del otro lado de la grieta radical también le salieron al cruce con un documento propio y casi con los mismos argumentos con que libertarios y macristas criticaron a Lousteau. “Apoyamos la discusión y el impulso de reformas necesarias en el Gobierno nacional, para sacar a flote nuestra sociedad, ahoga por la inflación, la presión impositiva y la pobreza a la que nos fue sometiendo el kirchnerismo con su modelo negacionista, discriminador y corrupto”, dice uno de los párrafos del texto que firman cuatro gobernadores radicales, con la única excepción del santafesino Maximiliano Pullaro, más preocupado por el narcotráfico en su provincia que la interna radical.

“Pero también abogamos para que estas reformas sean frutos del consenso y, por eso, el Ejecutivo no debe tentarse con prolongar la narrativa electoral. Somos muchos los que queremos cambios profundos en la Argentina”, agrega el documento que también rubricaron De Loredo y Vischi. De Loredo, fue quien mas bregó para que los diputados radicales no bajaran al recinto –en sintonía con LLA y el PRO-- en la frustrada sesión que se disponía a modificar la actual fórmula de movilidad jubilatoria, que tensó al máximo la frágil unidad del bloque que preside.

El diputado cordobés, que lloriqueó ante los periodistas cuando el oficialismo retiró el proyecto de ley de Bases que estaba dispuesto a acompañar, ayer se mostró exultante ante la prensa ante a convocatoria del Gobierno a su sector de la UCR para respaldar la versión reducida de la ley ómnibus en el Congreso. De Loredo valoró el “diálogo”. “Le hemos propuesto que se incorpore una reforma laboral necesaria”, se jactó ante los periodistas, al tiempo que se desentendió del brutal ajuste del gobierno libertario y en línea con el documento colaboracionistas descargó las culpas en el kirchnerismo.