El Papa Francisco recibió este sábado a trabajadores y pacientes de un hospital pediátrico romano y decidió suspender la lectura de su discurso debido a la persistencia de un "resfriado".
"Me alegro de verles. No me he recuperado y por eso no puedo leer bien mi mensaje. Lo hará monseñor Ciampanelli por mi. Gracias", explicó el Sumo Pontífice, lo que generó el aplauso de los fieles al comienzo de la audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano.
A pesar de no haber podido leer las palabras, dedicó un largo rato a saludar personalmente a las familias y a sus niños, algunos llegados de Ucrania y Gaza por motivos humanitarios.
La de este sábado no es la primera vez que Jorge Bergoglio tiene que renunciar a la lectura de su discurso, algunas debido a problemas de salud como en esta ocasión.
Una vez leído su mensaje, Francisco fue llevado entre el público en la silla de ruedas que viene usando en los últimos tiempos por sus problemas de movilidad.
Así, saludó personalmente a varios de los más de tres mil médicos, investigadores y personal del 'Bambino Gesù', uno de los hospitales pediátricos de referencia en Europa y que este año celebra sus cien años como propiedad de la Santa Sede.
El hospital informó en un comunicado de que entre estos niños hay muchos llegados de países de guerra y tratados en Roma por razones humanitarias, algunos de Ucrania y de Gaza.