Desde hace tres años el Club Atlético Maradona de Puente La Noria es el punto de reunión de niños y mujeres de los barrios periféricos de Villa Fiorito e Ingeniero Budge, de Lomas de Zamora. Comparten un momento especial al correr detrás de la pelota como lo hacía Diego 50 años atrás. Una merienda y agua fresca junto al juguete mágico ayuda a distenderse, al menos por unas horas, de una realidad social que golpeó a todas las casas por igual.
Cuando Diego Armando Maradona murió en noviembre de 2020, los vecinos de su Villa Fiorito natal rápidamente buscaron rendirle un homenaje con la creación de un club que representara la esencia del potrero que jugador siempre reivindicó, pero también la empatía que el capitán de la selección campeona en México 86 siempre mantuvo con el barrio que lo vio crecer.
El proyecto
Para llevar adelante la idea que nació de las emociones que se generaron a partir de la noticia de la partida de Maradona, un grupo de vecinos organizados de Villa Fiorito pensó en unos terrenos baldíos ubicados metros de la nueva Terminal de La Noria que se extendían hasta debajo del puente, justo en el límite entre el conurbano y Capital Federal.
De esta manera, los hicieron el primer contacto con la Municipalidad de Lomas de Zamora y tras el visto bueno llegaron hasta el gobernador Axel Kicillof, que a través del presidente Alberto Fernández, aprobó la iniciativa.
El sueño se materializó a mediados de 2021 y el Club Atlético Maradona lentamente fue convirtiéndose en un símbolo de inclusión y de unión entre dos barrios históricamente de familias trabajadoras como lo son Villa Fiorito e Ingeniero Budge. Actualmente, el club cuenta con 5 categorías en las que participan más de 100 chicos.
Marcos González es uno de los fundadores de la institución que rápidamente inauguró dos canchas de fútbol 5 y una de 6 de cemento, las cuales abren sus puertas tres veces por semana, al atardecer.
El vecino de Villa Fiorito descubrió que la creación de este club no solo se trató de su fanatismo por Maradona, sino también de una responsabilidad social muy importante. “Acá los chicos y las chicas llegan y toman la merienda, toman agua en estos días de calor y jamás alcohol. Para nosotros como club es muy importante que ellos se sientan protegidos, contenidos y sobre todo escuchados. Por eso, la mejor manera de llegarle a los niños y adolescentes es con respeto”, asegura González en diálogo con Buenos Aires/12.
Esa escucha llevó a Marcos a involucrarse en la vida de los chicos y las mujeres que se acercan a jugar al fútbol de forma recreativa. El vecino de Fiorito, pasó a adoptarlos como si fueran sus hijos e hijas acompañándolos tanto dentro como fuera de la cancha, especialmente en los últimos tiempos donde “transitar el día a día se convirtió en una verdadera odisea para las familias.”
La motosierra social
Marcos cuenta que muchos chicos llegan “golpeados anímicamente” por los problemas económicos que padecen cientos de familias tras las políticas de ajuste que comenzó a implementar el Gobierno nacional de Javier Milei.
“Hoy nos está gobernando una persona que la verdad me da vergüenza ajena que sea Presidente del país, porque me parece que tocamos fondo", dice y se posiciona ante el accionar libertario: "No se le cae una idea de cómo gobernar, mucho menos de ayudar al deporte, de caminar para ver dónde hace falta algo, o dónde está la necesidad. No, es todo lo contrario”.
Dentro de este contexto desfavorable, una vez más el fútbol se convierte en un refugio para las familias trabajadoras, para los padres y, sobre todo, para los chicos. “Ese juguete mágico redondo que nosotros lo llamamos así, es nuestra medicina a los palos del día a día", destaca González que defiende ese pensamiento como "el estandarte más grande" entre los que motorizan las acciones del espacio. "Ver jugar a los chicos, ver jugar a las mujeres, ver jugar a los jóvenes es salir un rato de la realidad difícil que tenemos”, asegura.
A su vez, el presidente del Club Atlético Maradona explica que no resulta sencillo lidiar con las diferentes realidades que tienen los chicos y contenerlos para que no terminen en salidas más sencillas que traen consecuencias terribles. Ahí es donde Marcos saca a relucir su vocación en la educación y formación tanto deportiva como personal, siempre con el foco puesto en sacar a los chicos de la calle.
“Es difícil, porque ya vienen con el problema en la casa donde la plata no alcanza y eso hace que los sueños que los chicos tenían el año pasado, hoy están destruidos", dice y describe: "Vienen y me cuentan que la changuita que tenían se terminó, y cada vez son más los que describen peleas entre sus padres porque la plata no alcanza. Yo soy como una caja de resonancia porque trato de entenderlos y generar un vínculo de confianza”.
En esos casos, el simple hecho de reunirse a una determinada hora para jugar a la pelota se transforma en un catalizador de energía positiva para los chicos y mujeres, que mientras ven como llegan a fin de mes se divierten algunas horas al día. “Lo más lindo y hermoso es haber puesto un granito de arena para lograr toda esta gran comunidad y saber que Diego está desde el cielo iluminándonos, yo lo siento en el corazón y ahora vamos por más”, completó Marcos.
Un espacio de contención
Zaida Velasco es una de las chicas que juega al fútbol femenino en el Club Atlético Maradona y lo describe como un “salvavidas” de la rutina. “Es como un refugio para dejar a un lado de la rutina, para desconectarte de lo malo que tenemos en el día a día. Es bueno venir a desahogarse un rato con la pelota, te distraes de todo y es una linda manera de compartir con otras personas que les gusta lo mismo que a vos”, contó.
Ruth Huarcaya es otra de las chicas que también disfruta de jugar a la pelota y explica que el “amor que tienen por hacer deporte lleva a que la situación complicada que atraviesan en cada familia afecte un poco menos en lo cotidiano”.
Por otro lado, Juan Cáceres, uno de los colaboradores, resaltó la importancia que tiene el club para sacar a los chicos y las mujeres de la calle. “Si no vienen acá y se expresan y se liberan un poco de la presión que tienen en sus casas, ¿qué van a hacer los chicos? Terminan mal. Van a terminar peleando en la calle, apuñalados o drogándose. La verdad que este lugar te da todo para contenerte y evitar los malos caminos.”
Dos barrios que respiran fútbol
Los barrios de Ingeniero Budge y Villa Fiorito en Lomas de Zamora son conocidos por la producción de jugadores de buen pie que luego han sabido triunfar en el fútbol profesional. El 30 de octubre de 2023, en un nuevo aniversario del cumpleaños de Maradona, desde el club decidieron homenajear a 25 ex futbolistas de ambas localidades de Lomas de Zamora que supieron jugar con ‘Pelusa’.
“Siempre hubo una unión muy fuerte entre los dos barrios, el talento que hay acá en estos barrios siempre fue digno de una cuna de cracks, por así decirlo", cuentan con el pecho inflado. "Nosotros tenemos jugadores de muy bien pie porque son maradonianos, juegan con alma y con el corazón”, afirman.
El corredor maradoniano
Ahora, los vecinos que integran el Club Atlético Maradona de Puente La Noria tienen el sueño y el objetivo de crear el "corredor maradoniano". Si bien no es una tarea simple, los vecinos miran hacia atrás y tras observar lo que consiguieron redoblan la apuesta.
“El corredor maradoniano consiste en armar un pabellón con banderas de los clubes y los países por los cuales pasó Maradona, con puestos comida y cosas vinculadas a él", describe González que también cuenta sobre su proyecto de construir una estatua de 16 metros por 50 de alto que mire hacia Villa Fiorito. "Un sueño hecho realidad", asegura.