La casa en donde fue secuestrada la legisladora porteña Victoria Montenegro junto a su mamá y su papá durante la última dictadura cívico militar fue señalizada en el marco del programa “Esquinas de la memoria”. “Lo que hoy nos está pasando como país nos interpela”, apuntó Montenegro en relación al gobierno de La Libertad Avanza, durante el acto, que se llevó a cabo el sábado al mediodía y tuvo como marco la cercanía de un nuevo aniversario del golpe cívico eclesiástico militar y la multitudinaria manifestación que se desarrollará hacia Plaza de Mayo el próximo domingo. También participó Christian Aspeleiter, el hijo y el nieto de Alfredo y Nicoodemus Aspeleiter, secuestrados pocos meses después en la misma vivienda.

“A veces no hay forma de dimensionar eso que son los 30 mil en una vida cotidiana”, expresó la legisladora y nieta restituida, que ayudó en la colocación de un cartel en la intersección de las calles Villegas y Arribeños, en la localidad de William Morris, en donde figuran los nombres de su papá, Roque Montenegro; de su mamá, Hilda Torres, y de Nicodemus y Alfredo Aspeleiter, padre e hijo. La iniciativa del Municipio de Hurlingham apunta a visibilizar los espacios zonales donde ocurrió el terrorismo de Estado: “Queremos que sea a la altura de la vista y que se integre en la señalética urbana”, apuntó el intendente, Damián Selci.

Montenegro recordó que fue gracias a Elizabeth Gómez Alcorta y a su pareja Aníbal Hnatiuk, así como al abogado de lesa humanidad Pablo Llonto –quienes participaron del acto– que se produjo el hallazgos de la vivienda, ubicada en Villegas al 2500, a mediados de 2023. La última vez que la nieta restituida había estado en ese lugar fue el día en que fue secuestrada junto a sus padres y apropiada, en febrero de 1976. "La memoria tiene que ser el anticuerpo de nuestro pueblo en este tiempo. Y los espacios de la memoria que vamos a defender aunque quieran despedir a sus trabajadores”, subrayó.