La situación que se vivió ayer en Barcelona mereció dos comunicados de parte de la Cancillería argentina que concluyó afirmando que “el Gobierno Argentino no reconoce y rechaza la declaración de independencia proclamada por el Parlamento de Cataluña”. El gobierno de Mauricio Macri, de excelente relación política y personal con el jefe de gobierno español Mariano Rajoy, expresó que “hace votos para que a través de los mecanismos constitucionales se restablezca la legalidad en el marco de una convivencia pacífica del pueblo español, garantizando la unidad e integridad territorial de España”.

En el primer comunicado, más light, el Gobierno analizaba “con preocupación” la situación en Cataluña, subrayando que la declaración de independencia proclamada por el parlamento catalán había sido declarada ilegal por el gobierno de Rajoy. “Los argentinos renuevan su confianza en la capacidad del Gobierno y de toda la Nación española para, a través del diálogo, restablecer la legalidad y el orden constitucional, garantizando los derechos y libertades de todos sus ciudadanos y la unidad e integridad territorial del Reino de España”, expresó en su segundo y último párrafo.

Cuatro horas después, pasadas las 18.30 y luego de contactos diplomáticos con el gobierno español, hubo un nuevo comunicado, más explícito, con una condena expresa, no reconocimiento y rechazo a la declaración de independencia. Añadía que “España es un país referente para toda Iberoamérica y para nuestro país en particular, con quien mantenemos una alianza estratégica y con la que, unida, seguiremos trabajando para el bienestar y prosperidad de ambos pueblos”.

Desde sus primeros pasos en la política, Macri mantiene una fluida relación con el gobernante Partido Popular de España. Primero forjó un vínculo cercano con el ex jefe de gobierno José María Aznar, quien solía participar de los foros que organizaba aquí la macrista Fundación Pensar, también relacionada con la fundación Faes que preside el propio Aznar. Desde ahí, naturalmente, Macri continuó ese buen vínculo con Rajoy, sucesor de Aznar en el gobierno y en el PP. Después de la conflictiva relación que mantuvo con el kirchnerismo, especialmente luego de la estatización de YPF en manos de Repsol, Rajoy y los reyes de España recibieron a Macri con todos los honores durante la visita que realizó a Madrid en febrero pasado.