Personal del juzgado federal de Rosario, acompañado por efectivos de Gendarmería Nacional, allanó en la mañana del lunes el Palacio Municipal de San Nicolás de los Arroyos, en el marco de la causa por lavado de activos y enriquecimiento ilícito que Ismael Passaglia y sus hijos, Santiago y Manuel, enfrentan desde 2018.

En el marco del operativo se secuestró abundante documentación en papel y discos rígidos. A pesar del estricto secreto de sumario vigente, Buenos Aires/12 supo que el juzgado busca mayor precisión sobre la operatoria de la Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM) “Descubrí San Nicolás”.

Según viene denunciando la oposición hace tiempo, “Descubrí San Nicolás” es la estructura jurídica a través de la cual los Passaglia operan el estadio de fútbol, el autódromo, la terminal de ómnibus y el cementerio, entre otras unidades de negocios, sin ningún tipo de control político ni administrativo.

“Descubrí San Nicolás es una municipalidad paralela con una contabilidad paralela”, define una fuente interna, con acceso a documentación. Todas las unidades de negocios se corresponden a bienes de origen público, gestionados por actores privados vinculados al clan, a través de privatizaciones parciales o encubiertas.

El manejo discrecional de la SAPEM la convierte en un recurso para premiar aliados políticos, a través de contratos, pautas y subsidios, con recursos públicos a espaldas del legislativo local. El caso más resonado a nivel local fue el del sindicalista Luis Arance, con quien acordaron la candidatura a concejal de su hija Sol, por la boleta libertaria.

La causa

En 2018 una pesquisa determinó que la esposa y los hijos de Ismael Passaglia, entonces funcionario de María Eugenia Vidal y padre de Manuel, intendente interino del distrito, “no poseían capacidad económica suficiente para la adquisición de los distintos bienes registrados a sus nombres en las respectivas fechas de incorporación de los mismos a sus patrimonios”.

En ese mismo escrito destacaron “el elevado nivel de vida detentado por todos los miembros de la familia Passaglia, con innumerables viajes al exterior, elevados gastos mediante tarjetas de crédito de titularidad de Ismael Passaglia; adquisición de productos suntuosos, adquisición de divisas extranjeras, así como tenencias de plazos fijos del grupo familiar por sumas millonarias, todo lo cual resulta una demostración del incremento patrimonial injustificado que se le atribuye".

En tal sentido, entendieron que “los fondos obtenidos de manera ilícita por el imputado Ismael José Passaglia durante su desempeño en la administración pública habrían sido convertidos en los bienes detallados precedentemente, mediante lo cual adquirieron apariencia de un origen lícito”.

Tras varias dilaciones, el juez de la causa, Marcelo Bailaque, dictó la falta de mérito, tanto de Ismael como de sus hijos Manuel y Santiago. La medida fue apelada por los fiscales el año pasado. El allanamiento es el primer indicio de que la causa se reactiva.

Los Passaglia jugaron abiertamente con Patricia Bullrich en la interna del PRO del año pasado. Una vez asumida nuevamente como ministra de Seguridad, intentaron por su intermedio obtener cargos en el ejecutivo, pero fueron sistemáticamente vetados.

Como consecuencia, pocos días atrás, cuando el Presidente visitó Expoagro, la feria que se desarrolla en un predio de la familia Passaglia, el intendente evitó tanto posar junto a él.

También afuera

Casualmente, el allanamiento del lunes dentro del palacio coincidió con la movilización de los movimientos sociales en la puerta del edificio. La medida era una de las quinientas programadas, pero a la agenda nacional, el reclamo por la falta de asistencia alimentaria a los comedores, se suma uno de carácter local.

San Nicolás fue uno de los distritos más castigados por el temporal de viento y lluvia de las semanas anteriores, especialmente la zona sur de la ciudad, la más humilde. La empresa Ternium, del grupo Techint, uno de los principales empleadores privados del distrito, realizó una importante donación de chapas a la comunidad, para reemplazar los techos dañados en las viviendas. 

Pero hasta hoy los materiales permanecían en el corralón municipal, sin que se entregaran ni se brindara explicación alguna al respecto. Y las casas, sin techo, con pronóstico de nuevas lluvias. Los nicoleños reclamaron en las redes por la llamativa ausencia de la secretaria de Servicios al Vecino, Cecilia Giammaria.