Trabajadores metalúrgicos de las principales seccionales de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe se manifestaron este martes en la ciudad de Campana, primero frente a la planta de Tenaris, perteneciente a Techint, y luego en el centro, en reclamo de una actualización salarial. El conflicto sigue escalando.
El paro comenzó el martes y se extenderá hasta el jueves. Sindicalistas y empresarios negocian salarios desde diciembre pasado, pero describieron la situación como "empantanada". En estos meses, la inflación acumulada supera el 70 por ciento.
La manifestación se da en el marco de una medida de fuerza de 72 horas, la tercera consecutiva en la misma cantidad de semanas, en el marco de un plan de lucha incremental. La primera medida, a principio del mes, fue por 24 horas y la siguiente por 48 horas.
Además de la de Zárate - Campana, estuvieron presentes las seccionales de La Matanza, San Nicolás, Luján, Quilmes, Villa Constitución, La Plata, Bragado, Morón y Vicente López, entre otros.
El diputado mandato cumplido y oriundo de esa zona, Abel Furlán, secretario general de la UOM nacional, tras derrotar a su antecesor Antonio Caló en las elecciones de 2022, declaró ante medios locales que “no puede ser que los compañeros se esfuerzan todo el mes, pero sólo puedan alimentar a su familia hasta el día 10”, en una clara respuesta a Paolo Rocca, que había manifestado no entender los motivos del reclamo.
Furlán explicó también que el ingreso de un contratado apenas alcanza los 300 mil pesos y recordó que parte del problema radica en que la empresa, que tiene posición dominante en el mercado de las chapas, fija precios abusivos que luego no se convalidan.
Los representantes de la UOM y del grupo que encabeza Paolo Rocca se verán las caras el próximo lunes 25, en la próxima audiencia convocada por la secretaría de Trabajo de la Nación.
La situación en la empresa del Grupo Techint, lejos de ser un caso aislado, es parte del panorama común a toda la actividad siderúrgica. Las principales demandantes de acero son la construcción, pública y privada, la industria automotriz y la actividad agropecuaria.
Las dos primeras están prácticamente paralizadas y la tercera está expectante, con una demanda de insumos muy por debajo de la habitual. En consecuencia, los stocks de los distribuidores no bajan y las empresas, en este contexto, no le ven sentido a seguir produciendo. Acindar, la empresa grupo internacional Arcelor Mittal, mantiene un cierre programado de sus cuatro plantas por treinta días.
En el inicio del conflicto, pararon las plantas de Villa Constitución, en la provincia de Santa Fe, y La Tablada, en el partido de La Matanza. El responsable de la regional Villa Constitución, Pablo González, sostuvo e esa ocasión que "si permitimos que cierre Acindar, no va a quedar nadie en el pueblo", en referencia al condición de principal empleador local de la empresa.
El secretario general de la UOM Matanza, Esteban Cabello, explicó oportunamente a Buenos Aires/12 que “la disputa es por quién paga los costos del ajuste, porque ellos quieren suspender las actividades, pero si nosotros. Nosotros estaríamos dispuestos a firmar si hubiera una recomposición salarial”.
Para Cabello, “si los trabajadores no son socios en las ganancias, no tienen por qué serlo en las pérdidas". "A ninguna de estas empresas le falta espalda, en el balance del año pasado, Tenaris obtuvo ganancias por casi 200 mil millones de pesos”, asegura.
La planta de Acindar en La Matanza, a su vez, es un reflejo de lo que está ocurriendo con el aparato industrial en su conjunto. La semana pasada, en ocasión de la apertura del período de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el intendente local Fernando Espinoza declaró que ya hay despidos en el 30 por ciento de los establecimientos y suspensiones en el 50.
De acuerdo al propio INDEC, el uso de la capacidad instalada de la industria a nivel nacional, cayó en enero a 54 puntos, muy similar al de 2020, el año en que hubo pandemia de coronavirus y aún no existían vacunas. Para encontrar otro número similar hay que remontarse al período 2001-2002.
Las provincias responden
Las consecuencias del modelo económico del gobierno de Milei se hacen sentir en todas las provincias, que sufren pérdida de recaudación por caída de actividad económica. A modo de respuesta, el lunes, los gobernadores patagónicos, reunidos en Buenos Aires, resolvieron crear una Agencia de Desarrollo, para potenciar los recursos y capacidades de cada una de las seis provincias que integran la región.
Quién más severamente cargó contra el gobierno nacional fue el pampeano Sergio Ziliotto. “Del pozo en que se encuentra la Argentina se sale con producción y trabajo, ninguna fórmula financiera va a resolver nuestros problemas; y lamentablemente, ni la palabra producción ni trabajo figuran en el diccionario de este gobierno”, afirmó.