La Cámara de Diputados bonaerense podría debatir este miércoles el proyecto que busca crear el Comité de la Cuenca Hídrica de los arroyos San Francisco-Las Piedras. Se trata de un ente autárquico cuya puesta en funciones podría agilizar la ejecución de obras que beneficien a los vecinos de cinco distritos del conurbano y así aminorar los riesgos de inundaciones. La iniciativa también serviría para paliar los efectos del parate de la obra pública orquestado por el presidente Javier Milei.
Avellaneda, Almirante Brown, Florencio Varela, Presidente Perón y Quilmes integran el quinteto de municipios involucrados en el proyecto. Desde la Provincia aseguran que cerca de un millón cien mil bonaerenses se verían beneficiados con el plan hídrico que apunta a resolver problemas de inundaciones y, al mismo tiempo, controlar la calidad del agua y así evitar “afectaciones a la comunidad”.
El proyecto, originariamente desarrollado por el ex diputado y actual intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, fue presentado por la legisladora de Unión por la Patria Berenice Latorre. La quilmeña explica a Buenos Aires/12 que el Comité le permitirá a la provincia contar con un instrumento para gestionar los fondos, tanto públicos como privados, para llevar adelante el Plan Hídrico, Social y Ambiental y establecer “su consecuente plan de obras”.
“Las obras hídricas son muy costosas y ante la postura del gobierno nacional de cortar la obra pública, es una realidad que ni el gobierno provincial ni los gobiernos locales intervinientes cuentan con los recursos suficientes para financiar proyectos de estas dimensiones”, advierte la legisladora.
El arroyo San Francisco y el arroyo Las Piedras funcionan, señala Latorre, como desagües pluviales, en una superficie que comprende 178 kilómetros cuadrados y en el que viven aproximadamente un millón cien mil vecinos y vecinas. “Mayormente se encuentran en situación de vulnerabilidad en zonas propensas a inundarse cada vez que hay tormentas como las que tuvimos estos últimos días, de más de 200 milímetros de agua en 72 horas”, remarca.
Entre los fundamentos del proyecto, se destacan obras de décadas anteriores, como tramos de los arroyos que ya fueron entubados, otros canaleteados, y también se sumaron estaciones de bombeo. Pero afirma que, actualmente, “las obras y revestimientos, ejecutados en las etapas descriptas, se encuentran en condiciones críticas, con alto grado de deterioro por fallas estructurales y falta de mantenimiento en general que se traduce en una disminución de la capacidad de erogación del sistema”. “Asimismo, los escurrimientos contienen alto grado de contaminación”, agrega.
El Comité de la Cuenca
En el año 2014, gracias al Fondo Fiduciario Para el Desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial, la entonces diputada nacional Mayra Mendoza logró llevar a cabo el dragado de los arroyos, una intervención que colaboró a prevenir el riesgo de inundaciones a lo largo de toda la cuenca.
“Durante el período 2015-2019 no se concretaron nuevas obras o intervenciones sobre la cuenca”, cuenta Latorre que destaca que desde hace tiempo, las reuniones de entre los cinco municipios analizan altrenativas para establecer un marco institucional que facilite las acciones específicas para abordar los problemas que tiene la cuenca.
El proyecto establece que el ente estará comandado por un directorio de siete miembros. Un director nombrado por el Poder Ejecutivo provincial que oficiará de presidente, uno designado por el Ministerio de Infraestructura, y otros cinco que serán elegidos por cada uno de los cinco municipios que integran la cuenca.
El patrimonio inicial y los recursos con los que contará el comité deberán tener el visto bueno de la Legislatura, que los discutirá al momento de tratar el Presupuesto provincial.
Respecto a los antecedentes sobre este tipo de herramientas, Latorre menciona a la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), pero aclara que mientras aquel proyecto surgió de “un fallo judicial que obligó al Estado a garantizar derechos”, la iniciativa legislativa que buscará tratarse este miércoles surge "a partir de la coordinación de los municipios con el ejecutivo provincial".
"También nos estamos anticipando a problemas que datan de largos años, como se plantea en las experiencias del Comité de Cuenca Río Luján (Comilu) y el Comité de Cuenca Río Reconquista (Comirec)”, agrega.
Unidad social, económica y ambiental
Para Natalia Ferrante es la jefa de gabinete de la Autoridad del Agua (ADA). Como funcionaria del órgano provincial que se ocupa de la reglamentación y supervisión de todas las actividades relativas al estudio y preservación del agua en la provincia, Ferrante sostiene que la cuenca debe ser entendida como grandes “unidades sociales, económicas y ambientales”.
Según la ADA, la evaluación que le compete implica velar por una correcta convivencia entre las personas, sus actividades productivas, y los recursos naturales. En este caso, el agua.
“La importancia del Comité radica en su rol de entender la cuenca como una hidrografía donde hay ciudades, industrias, un desarrollo político y demográfica, y donde cada distrito tiene sus particularidades”, detalla Ferrante. En ese sentido, afirma que un cuerpo colegiado para tomar decisiones permite hacer una mejor evaluación sobre las acciones que se toman en un determinado punto de la cuenca y sus posibles repercusiones en otro lugar.
De esta manera, confía que la creación del Comité servirá para que se logren mejores resultados en lo que respecta tanto a disminuir las inundaciones como la preservación ambiental de la región. En esa dirección, también rescata la conformación de un Consejo Consultivo Honorario dentro del Comité para fortalecer los vínculos con la comunidad.
En su mirada sobre los puntos destacados del proyecto, Ferrante también señala que las funciones de organismo incluirán la planificación del “ordenamiento territorial ambiental del territorio afectado a la Cuenca” que deberá ser impulsado y controlado por el Comité, de acuerdo a la reglamentación que deberá discutirse una vez que las Legislatura le de el visto bueno a la iniciativa.