"Hola Agencia Afi. Ojalá que pincharme el teléfono les sirva para algo más que escuchar mis puteadas al Gobierno. Amén de mis conversaciones personales", denunció en sus redes sociales la senadora de Unión por la Patria Juliana Di Tullio sobre una pinchadura en su teléfono personal que habría hecho la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
"Hace añares que tengo el mismo número y me niego a entregarles mi vida. Saludos al cabo Giménez, sotretas!", lanzó Di Tullio quejándose de la infiltración que evidenció por parte de la AFI. En diciembre, el presidente Javier Milei nombró en el organismo a Silvestre Sívori, un abogado de confianza de su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y que trabajó más de una década dentro de la órbita del macrismo.
En la denuncia que realizó en redes, Di Tullio resaltó, en el tono que les gusta impostar a los libertarios, que "toda pinchadura de teléfono, además de ser ilegal y de obligarme a hacer las denuncias, se hace con la plata de los 'pagadores de impuestos'".
En ese sentido, les apuntó "¿Por qué no corta la Gran Caja de los gastos reservados de la Afi y le paga los remedios a los pacientes graves? Presidente Javier Milei".
El actual titular de la AFI, de 39 años, trabajó con el ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich durante su paso por el gobierno porteño y desempeñó funciones en la Secretaría Legal y Técnica y en la Agencia de Protección Ambiental. Cuando Dietrich pasó al gobierno nacional, Sívori fue director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Transporte, entre 2016 y 2019, y, en 2021, saltó de nuevo a la Ciudad, donde trabajó en la Procuración del gobierno encabezado por Horacio Rodríguez Larreta. Un hombre con años de salarios estatales, a pesar de los dichos del presidente.
La gestión macrista y el ex presidente Mauricio Macri, en particular, tiene un extenso protuario de escuchas ilegales. Macri llegó a la presidencia procesado en una causa junto a ex funcionarios de su gobierno como jefe de gobierno porteño y el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios.
Macri había sido procesado en 2010 por las escuchas al familiar de una víctima de la AMIA, Sergio Burstein, y a su cuñado, Néstor Leonardo.
En la presidencia, Macri continuó con sus prácticas poniendo a su amigo y representante de futbolistas Gustavo Arribas como titular de la agencia de inteligencia. El Poder Judicial investigó grupo de espionaje ilegal de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), autodenominado Súper Mario Bros, que mantiene comunicaciones directas con funcionarios de la Casa Rosada.
Otra de las causas de espionaje en la que Macri logró salir sin condena fue la del espionaje que realizó la AFI a los parientes de los submarinistas del ARA San Juan, el buque de la Armada Argentina que se hundió en noviembre de 2017. Las tareas de inteligencia duraron casi un año y, en oportunidades, los partes de los espías identificaban quién y qué le reclamaban al gobierno de Cambiemos.