Un joven de 24 años, identificado como Juan Ignacio Navarro, fue detenido por la Policía Bonaerense luego de golpear al conductor de un auto con el que había mantenido una discusión de tránsito en la ciudad de La Plata. El agresor, entre otras lesiones, le fracturó la mandíbula a la víctima y le produjo un traumatismo de cráneo.

El violento episodio, que quedó registrado por la cámara de seguridad de una estación de servicio, ocurrió casi en la esquina de las calles 7 y 45, donde Hernán G., de 43 años y empleado del Ministerio de Salud bonaerense, detuvo su auto en la línea peatonal. Tras unos segundos, apareció en la escena Navarro en una moto y quedó a la derecha del vehículo.

Por alguna una razón que no fue comunicada, los dos hombres comenzaron a discutir, hasta que Hernán G. bajó de su auto y enfrentó al motociclista, que también dejó a un lado su moto y se sacó el casco. Cuando el hombre se está acercando, Navarro lo midió hasta que le dio un golpe de puño en la mandíbula. El impacto tiró a su contrincante al suelo. 

El conductor del auto, pese a la piña que había recibido en su rostro, se levantó y, con los puños en alto, volvió a provocar al motociclista. Un vecino intentó separarlos, pero fue inútil: Navarro desistió de su intención de regresar sobre sus pasos y volvió a castigar a Hernán G. El hombre cayó inconsciente al pavimento mientras algunas personas retuvieron al joven agresor.

Tras un llamado al 911, llegó a la escena la Policía Bonaerense y los agentes le colocaron las esposas a Navarro. En tanto, la víctima fue trasladada al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Gonnet en un estado delicado. De acuerdo a los médicos, posee deterioro del sensorio, fractura de mandíbula derecha, herida cortante en el mentón, escoriaciones en cara y nariz, rotura de los dientes incisivos y trauma de cráneo leve de alto riesgo”.

Este hecho de violencia en la vía pública se suma al protagonizado por Dardo Julio Gula, de 46 años, quien el lunes disparó con una escopeta a un patrullero después de embestir a una adolescente. De hecho, en las últimas horas se conocieron más datos del hombre que se encuentra alojado en la central de la Policía Federal Argentina (PFA) en Villa Lugano. 

Gula, oriundo de Gobernador Gregores, Santa Cruz, es un empresario activo en diversas industrias, además de ser amante del rugby. Su trayectoria abarca desde la venta de neumáticos hasta incursiones en el rubro de combustibles y la minería.

Su carrera empresarial no está exenta de controversias legales, con un historial que incluye una imputación por delitos como lesiones, atentado y resistencia a la autoridad en 2017.

Los registros de la Cámara Criminal revelan que fue acusado en relación con un incidente con otro individuo. Sin embargo, el Juzgado N°61 optó por sobreseerlo y archivar el caso. Además, en el mismo año, Gula enfrentó otra denuncia por amenazas en el fuero contravencional porteño, aunque esta acusación tampoco prosperó. A pesar de estos incidentes, Gula continúa desempeñándose en el ámbito empresarial.

Esta vez, la situación se desencadenó en la intersección de Yerbal y Helguera, cuando el acusado mostró una escopeta durante una discusión con otro conductor debido a un incidente de tránsito.

Todo comenzó cuando en el cruce de la avenida Rivadavia y Martí, el agresor embistió a una adolescente, mientras intentaba estacionar su camioneta, y posteriormente se escapó.

“Personal de la Policía de la Ciudad vio lo sucedido y Gula se dio a la fuga”, explicaron fuentes del caso. En ese contexto, se irradió un alerta y uno de los patrulleros que estaba en la zona divisó el coche buscado y comenzó una persecución.

“Al llegar al cruce de Artigas y Yerbal, el conductor detuvo la marcha debido al tránsito” y fue en ese entonces que se bajó con una escopeta en sus manos, tras varios minutos de persecución y al encontrarse rodeado. Sin dudarlo, le disparó dos veces al patrullero.

Debido al ataque a tiros, un efectivo porteño resultó herido en una pierna. La Policía de la Ciudad procedió al secuestro de la camioneta, en la que permanecía guardada la escopeta que utilizó el hombre para disparar.