Emma Vich, ícono gay del reality de moda

Qué desperdicio esta gente de Big Bro que no saben explotar el jugo corrosivo de una lengua afilada y las cejas más expresivas de la tele ¿Cómo no hicieron entrar en el repechaje a un enemigo a la altura de Emma Vich? Alguien que produjera una pelea llena de homofobia y lugares comunes a la que Emma pudiera responder desde las plataformas de una Ru Paul queen?  

Lo cierto es que su apellido ya es tan iconic como él, y aunque fuera falso, es genial: la B larga que no es promete todo el ácido de una estrella en ascenso, alguien que hace de la promesa y la fantasía su lugar de enunciación.      

Emma Vich es la prueba de que se puede dar vuelta el amor del público por un personaje. Resistido al principio del reality que está haciendo picos de 20 puntos de rating siendo lo más visto de la televisión abierta, el cordobés de 31 años ya tiene su fandom fiel y todo un abanico de memes para la historia. 

Con el allure más travacodélico del prime time, Emma es aliado estretégico de Furia y alguien que nunca le tuvo miedo al juego ni a decir lo que piensa. Se peleó con media casa, contó las desgracias que lo acompañaron en toda su trayectoria como marica y habló de su matrimonio abiertamente, poniendo en evidencia que ni el poliamor termina de hacer feliz a un alma sensible. 

No puede aguantarse una verdad en la garganta, por eso terminó confesando que subió a placa a Catalina porque no la soporta. La Emma Vich energy se cotiza por miles en las redes que bancan su juego y se recuerda la imitación del rugbier Manu como un momento cumbre de su reinado, así como sus desfiles, el twerqueo lesbiano, las vinchitas de princesa y el caracter de puto malo y resentido, siempre listo para criticar sin piedad, una irritación al pie del cañón y su histeriqueo con Joel, uno de los lindos. 

Después de pelearse a los gritos con Virginia le fue a pedir perdón con "un chocolatito y un vaso de agua", sus vibes de peluquero llegan a destilar agudos imposibles: "el balayage que tiene por diosssss", dijo cuando entró la mamá de Zoe al Congelados y su escena de amor con su marido fue de las más emotivas del envío. Se palpita su llegada a la final y se espera que siga esparciendo su polen de glitter por las arcas profundas de los grandes medios, esos que alguna vez solo parodiaron con asco el amaneramiento que hoy tiene a los fans enamorados.