Dante Braida, obispo de La Rioja, se reunió con actores de la agricultura familiar de esa provincia para ofrecerles su respaldo y la solidaridad de la iglesia riojana ante la situación que viven los trabajadores del Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena (INAFCI). La posición quedó plasmada en una declaración publicada en la página oficial del obispado riojano.
Allí se puede leer que “desde el Movimiento Campesino de los Llanos Riojanos MoCaLlaR, la Pastoral de la Familia Campesina diócesis La Rioja, las Comunidades Eclesiales de Base CEBs, la Mesa de Tierras de la Provincia y técnicas y técnicos de INTA que trabajan en terreno con las técnicas y técnicos del INAFCI, queremos expresar nuestra solidaridad y profunda preocupación ante la situación que atraviesan los trabajadores y trabajadoras del INAFCI”.
Se denuncia que “en el marco del ajuste que lleva adelante el gobierno nacional, observamos con preocupación el vaciamiento total de recursos, políticas públicas, autoridades y fuentes de financiamiento que está poniendo en peligro las importantes tareas diarias que lleva a cabo el INAFCI en beneficio del sector de la Agricultura Familiar, (…) y nos preocupa la no renovación de las contratadas y contratados de ProHuerta, quienes garantizan la llegada de asistencia técnica y recursos como semillas y aves a las familias rurales” porque “esta situación deja desamparadas a muchas comunidades que dependen de estos apoyos para su desarrollo”.