Estamos frente a un gobierno de tuiteros que todo el tiempo está buscando expresiones de 140 caracteres para producir conversación en las redes sociales que aumentan el odio. Creen que esa conversación les deja un saldo positivo, que es el desgaste de nuestras luchas y de nuestra institucionalidad, sin embargo, el 8 de marzo dimos una respuesta masiva en la calle denunciando la deuda, el hambre y los problemas sociales y económicos de la Argentina.
En la provincia de Buenos Aires una de las políticas que implementamos fue el etiquetado de perspectiva de género del presupuesto, dentro de ese etiquetado se cuentan políticas, como por ejemplo, la asistencia alimentaria total de la provincia de porque entendemos que redunda en aliviar el fenómeno de feminización e infantilización de la pobreza.
El presupuesto de 170 mil millones del que habló Adorni incluye un montón de políticas, no solo aquellos programas que son exclusivamente para remediar las brechas de género, sino que leemos toda la política pública en su integralidad porque entendemos que si las desigualdades por razones de género no las atacamos desde todas las aristas es difícil dar vuelta a una situación que estructuralmente es muy dura.
Evidentemente el gobierno nacional cree que la perspectiva de género es equivocada, no debería existir, que el feminismo ha instalado “una guerra de los sexos” que viene a reemplazar la lucha de clases y niega las brechas entre varones y mujeres. Acá hay un problema de raíz que es el negacionismo de Milei y su gobierno. Las “batallas culturales”, que para mí son exclusivamente pequeñas batallas en el orden de lo simbólico, lo que hacen es multiplicarse y abstraer de la conversación otros temas que son importantes y afectan la cotidianidad de las personas.
Me llama mucho la atención que crean que pueden decidir en qué puede gastar la plata un gobierno provincial que es autónomo y preexistente al gobierno nacional. Cada gobierno lleva a la elección una plataforma electoral y las personas que votan deciden. En Buenos Aires votaron a Axel Kicillof, el gobernador tomó la decisión de sostener la perspectiva de género a nivel gubernamental y reivindica también la existencia del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad en la provincia, cuenta el para qué de su existencia y además lleva adelante otras políticas como el caso del etiquetado que lo hace el propio Ministerio de Economía.
Quienes somos parte del gobierno provincial creemos que es necesario que el Estado se haga cargo de las inequidades estructurales y busque la justicia social, algo que Milei considera que es un curro que inventaron los políticos, lo que significa que partimos de una mirada muy distinta.
Los programas que Adorni mencionó en su conferencia de prensa encuentran justificación en la mirada de más de la mitad de los bonaerenses que volvieron a elegir a Kicillof. Tal como dijo Axel, nosotros creemos que el Estado tiene que estar presente para incidir en la vida de las personas y garantizar derechos, creemos no solamente en un Estado presente en el marco de la discusión cultural o simbólica, sino fundamentalmente en el marco de la discusión redistributiva.
La asfixia al gobierno provincial
Creo que el gobierno nacional ve en la provincia de Buenos Aires un grupo político que somos parte de la oposición y lo que quiere hacer es asfixiarnos y en esa asfixia, se van los derechos de las personas. Esto tiene un límite muy claro que es la realidad, donde en 100 días de gobierno la situación económica es realmente cada vez peor.
Es necesario poner en valor lo que venimos haciendo con muchísimo esfuerzo en la provincia, en un contexto de ahogamiento y restricción porque el gobierno nacional no envía las partidas presupuestarias que tiene que enviar. Nosotros tenemos convenios firmados con lo que hoy es el Ministerio de Capital Humano - antes Ministerio de Desarrollo Social - con los cuales financiábamos una línea de asistencia alimentaria con una tarjeta alimentaria para las personas trans, esos convenios están sin pagarse desde que el gobierno asumió.
Hoy las personas trans de la provincia de Buenos Aires que estaban registradas para obtener esa asistencia, que les permitía muchas veces la subsistencia, no cobran desde diciembre. La provincia tiene que absorber todo lo que nación recortó, como por ejemplo, medicamentos, salarios, tratamientos oncológicos, comida para los comedores, merenderos y soluciones habitacionales para las personas en situación de emergencia.
Esa plata que no llega no solamente no la tenemos sino que no sabemos para qué la están usando. Al incumplir los compromisos con la provincia de Buenos Aires lo que hacen es dejar sin respuestas a personas en situación de extrema vulnerabilidad. No es para tomarse las cuestiones en chiste, ni hacer provocaciones como las que hace el vocero Adorni, es un irresponsable y vive una realidad paralela de jueguitos y redes sociales.
Pensar en el etiquetado de género y en el presupuesto con perspectiva de género, para nosotras es muy importante porque sabemos que un país sale adelante cuando se resuelven las inequidades sociales existentes y que lo más importante es apostar a la justicia social. Ahí tenemos que sostener básicamente a mujeres, lesbianas, travestis trans, niños, niñas y adolescentes porque son los sectores más vulnerabilizados de nuestra comunidad y el etiquetado del presupuesto nos permite dar cuenta de eso.
No es casual el ataque del gobierno nacional a feministas y a la idea de la perspectiva de género porque representa también la idea de la redistribución de la riqueza, es la moratoria para las damas de casa, es el cupo laboral travesti-trans, la Asignación Universal por Hijo, son políticas que están puestas en tela de juicio y nosotrs las vamos a defender a lo que de lugar.
*Subsecretaria de las Mujeres, Género y Diversidad de la provincia de Buenos Aires.