Google quiere descubrir los agujeros de seguridad de Android antes que nadie, y para ello está dispuesto a pagar 1000 euros por problema descubiertos en cualquier app que esté disponible en la PlayStore. Esto es, cualquier app que se descargue de la tienda oficial de Android, al margen de que esté desarrollada por Google. El objetivo de esta nueva medida es atraer a los más hábiles a la hora de colarse en servicios ajenos. La iniciativa nace con la ayuda de HackerOne, una plataforma de expertos en seguridad, y de momento sólo hay 13 aplicaciones disponibles de ocho grandes compañías: Alibaba, Dropbox, Duolingo, Headspace, Line, Mail.Ru, Snapchat y Tinder. El problema es que el dinero que paga Google no es demasiado si se compara con otras cifras ya vistas en medidas similares.
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