El robo de trozos de las cañerías de cobre que llevaban oxígeno a la Unidad de Terapia Intensiva provocó numerosos inconvenientes durante la noche y madrugada del miércoles en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. "Ninguno de los pacientes internados corrió riesgo", expresó el director del centro de salud, Eduardo Casim, quien reconoció que fue el segundo hecho que sucede, aunque el primero no había causado consecuencias. Al mismo tiempo, llevó tranquilidad al decir que se activaron sistemas alternativos de asistencia. "Es más que necesario reforzar la seguridad en el hospital", reclamó. 

Al ver al personal de seguridad, los hombres que habían trepado al techo para robar escaparon por Virasoro, pero no llegaron a levantar los trozos de cobre que ya habían seccionado y que quedaron tirados sobre los techos del efector.

El hospital, ubicado en Virasoro al 1800, tiene seguridad privada y servicios adicionales de la Policía. Sin embargo, Casim señaló que la presencia de adicionales -que debe ser de dos personas por jornada- "es aleatoria". "Todos los días hay uno, pero cuesta a veces conseguir el segundo", afirmó. Ahora se reforzará la presencia de personal de seguridad privada.