Los activos bursátiles volvieron a registrar un incremento de precios impactante. Las acciones del Merval subieron 4,9 por ciento y en lo que va del mes ya acumulan un aumento del 17. Hubo algunas compañías principalmente del sector energético que anotaron alzas de más del 9 por ciento en la jornada. También se destacó el rally de bonos soberanos en moneda extranjera, que llegaron a subir hasta 5,4 por ciento, lo cual ubicó el riesgo país en 1498 unidades.
Al mismo tiempo que saltaron los precios de los activos bursátiles, el dólar blue registró un retroceso de 5 pesos y terminó en 1030 pesos. El contado con liquidación cerró en 1097 pesos, al aumentar 1,3 por ciento y el mep en 1042 pesos, con un incremento de 1,0 por ciento. A pesar de estas subas diarias, las cotizaciones siguen mostrando el impacto de la apreciación real de los últimos 3 meses.
Si se ajusta por precios, el contado con liquidación de finales de octubre del año pasado sería equivalente a una cotización más de 2100 pesos. En este escenario, en el que el mercado continúa apostando por el carry trade y la unificación de la brecha cambiaria en valores sin saltos abruptos de los dólares financieros, el gobierno decidió cambiar su estrategia de financiamiento en el mercado de pesos
El equipo económico anunció que saldrá a colocar nuevos títulos a tasa fija a 2025 con un tipo de letra que no se usaba desde 2019. Se trata de las Lecap. El canje de la deuda en moneda local de la semana pasada, que permitió refinanciar el 77 por ciento de todos los vencimientos de este año en pesos, fue otro de los elementos que entusiasmo al Palacio de Hacienda para avanzar en esta jugada.
En detalle, el ministro de Economía, Luis Caputo, y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, habían anunciado la semana pasada que en el canje de deuda se postergaron vencimiento para 2025, 2026, 2027 y 2028 por 42 billones de pesos. De esta manera, los vencimientos promedios de esta deuda se estiraron de medio a 3 años.
En medio del entusiasmo del mercado con los activos bursátiles argentinos (tanto de acciones como de bonos extranjeros), la relativa estabilidad de la brecha cambiaria y la respuesta al canje de bonos en moneda local, el gobierno considera que es el momento de probar la “avaricia” del mercado tanteando el “apetito” por títulos a tasa fija.
Para que los inversores puedan salir victoriosos, la inflación tiene que bajar fuerte en los próximos meses y, al mismo tiempo, la cotización de los dólares no debería dispararse. Para algunos analistas esta colocación de deuda no sólo es una prueba de confianza sino “una segunda oportunidad” que pide el Tesoro.
Esto se debe a que Caputo durante la gestión del macrismo ya había colocado bonos a tasa fija en pesos que le hicieron perder una fortuna a algunos de los fondos de inversión más grandes del mundo como Templeton. Fue uno de los motivos del enojo con la Argentina y la decisión de varios de los fondos globales de dejar de comprar activos locales. Los antecedentes no son los mejores.
En el plano de los mercados cambiarios, mientras tanto, la novedad que se siguió de cerca fue que el Banco Central volvió a comprar dólares. Lo hizo por un monto cercano a los 120 millones. Los inversores siguieron de cerca el dato porque el martes la autoridad monetaria había vendido divisas por primera vez en el mes y encendió las luces de alerta en la city porteña.