El teatro surge como una aventura entre amigxs. Hay en la escena una explicitación de las condiciones de producción que funcionan como el ánimo de compartir una idea. Parece que vamos a asistir a un proyecto, al relato de una obra que no va a desarrollarse. El director llega en bicicleta y se preocupa por explicarnos lo que va a suceder en un gesto irónico.
La situación involucra a dos adolescentes que vivirán por unos días sin el resguardo de los padres pero todo lo que sucede entra en el terreno de la fantasía. Un poco porque nunca la escena se contagia del realismo. Cada hecho parece ser inventado, surgir de la imaginación de Celso (Max Suen) y Celia (Felipe Saade) sin que esto eluda el conflicto, un amor incipiente de Celia hacia Celso, la violencia que sufre Celso frente al chico del kiosko del que está enamorado y rechaza su deseo marica.
Con una serie de elementos básicos Breve enciclopedia sobre la amistad consigue construir una dimensión de lo espectacular cómica e inocente (porque la inocencia aquí tiene un valor narrativo que despierta la risa). Si bien Celso y Celia son los personajes, el resto del equipo está en escena para instalar una serie de interferencias, relatos que asumen la forma escénica, la ficción, la construcción de la trama como un proceso colectivo que sucede en el mismo instante de la representación. No hay diferenciación en esta obra entre la actuación y la dramaturgia.
Breve enciclopedia sobre la amistad es también una obra sobre las condiciones de recepción. Tomás Massariche, el director (un rol que aquí siempre es equívoco) establece algunas coordenadas sobre la inteligibilidad de la obra, como si desafiara cualquier tentación criptica. En BESA todo se entiende y se explica, hasta se recurre al diccionario para encontrar una definición autorizada sobre lo que sucede. El campo de lo indescifrable es el de la actuación. En este sentido la escena más bella sucede cuando todos los intérpretes (a los que hay que sumar a Maga Clavijo y Casandra Velázquez) se sientan en reposeras para crear el espacio de una terraza y allí sucede una especie de coreografía sutil donde todo se cuenta desde la posición relajada de los cuerpos, desde una sensualidad agotada, sometida al sol y el calor, unas miradas divagantes escondidas en lentes de sol y un estado entre onírico y embriagado que hace posible esa magia, esa sustancia incandescente que no necesita de palabras ni de acciones para construir un relato.
La manera de armar y desarmar la escena, de mostrar el mundo de lxs tramoyistas que son los propios personajes, evoca una instancia de juego infantil. Aquí radica la inocencia de Breve enciclopedia sobre la amistad, en el encuentro de un grupo de jóvenes que se manejan de manera sumamente arbitraria, guiados por el deseo de probar cosas, en un claro contraste con la voluntad explicativa que enuncian al comienzo de la obra.
La confidencia y la sexualidad suceden en el ámbito de la fantasía. Las masturbaciones de Celia le dan un tinte pizarnikiano a esta obra. Como en los poemas de Alejandra Pizarnik que parecen provocar en los intérpretes una leve inspiración, la presencia de un mundo infantil siempre estaba dislocada hacia una oscuridad que podía ser cómica o perversa. Aquí la compulsiva afección de Celia a la masturbación es un dato sorpresivo que no deja de inscribirse en las variantes del juego. La vida es ese momento que todavía no sucedió, que lxs adolescentes planean. El tiempo de la escena es la preparación para lo que está por venir.
La amistad es también la posibilidad de compartir ese tiempo donde nada sucede. En este punto la anécdota y los procedimientos de Breve enciclopedia sobre la amistad se conjugan para señalar una referencia beckettiana. El teatro y la amistad pueden ser una forma divertida de colmar un tiempo sin propósitos, de hacer de lo arbitrario un encuentro reflexivo y a veces inconsciente donde lo que importa es sostener y recrear ese momento de compañía.
Breve enciclopedia sobre la amistad se presenta los viernes a las 21 en Planta Inclán.